Van der Vaart llama a la puerta
El Madrid empata frente al Standard de Lieja (1-1) con algunas lagunas defensivas y un soberbio tanto del holandés
Partido tras partido, José Mourinho pule la maquinaria de su equipo y saca brillo a un proyecto que toma cuerpo. Su equipo es fiable, no desprecia la pelota y en ocasiones trenza jugadas que invitan al optimismo. Sin embargo, como demostró en su visita al Standard de Lieja, el Real Madrid todavía tiene algunas carencias, especialmente en las acciones de estrategia. El cuadro belga intimidó a los blancos cada vez que colgó un balón al área y puso en evidencia algunos desajustes defensivos. Quien se mostró muy entonado fue Van der Vaart, que sacó a relucir su mejor versión, ésa que le ha permitido sobrevivir contra viento y marea en el club.
El primer acto no ofreció detalles significativos, más allá del juego reivindicativo del holandés o la fragilidad defensiva de Drenthe, al que Mourinho ya le ha mostrado la puerta de salida tras su pobre rendimiento durante la pretemporada. Por su carril, el izquierdo, llegaron las incursiones más peligrosas del Standard, que en las jugadas a balón parado se mostró especialmente incisivo. En la primera de ellas, nada más arrancar el choque, Casillas tuvo que emplear sus puños para desviar un centro envenenado de Defour que se colaba en la portería.
STANDARD 1 - REAL MADRID 1
Standard de Lieja: Van Hout (Blazic, min.46); Opare, Mangala, Felipe, Pocognoli; Defour (Goreux, min.59), Witsel, Víctor Ramos, Bokanga (Carcela González, min. 71); Pieroni (Danilo, min.46) y Grozav (Benteke, min.46).
Real Madrid: Casillas (Dudek, min.46); Arbeloa, Albiol (Carvalho, min.46), Ramos, Drenthe (Marcelo, min.46); Gago (Xabi Alonso, min.60), Lass (Canales, min.60); Van der Vaart (Pedro León, min.61), Granero (Cristiano Ronaldo, min.46); Benzema (Di María, min.46) e Higuaín (Khedira, min.46).
Goles: 0-1. Min. 12. Van der Vaart, de libre directo. 1-1. Min. 77. Benteke, de cabeza, sorprende a Dudek.
Árbitro: Serge Gumienny (Bélgica). Mostró cartulina amarilla a Higuaín (42').
30.000 espectadores llenaron el estadio de Sclessin de Lieja.
Con el paso de los minutos, la medular blanca comenzó a carburar. Mourinho recurrió a la fórmula de antaño entre Gago y Lass, que dieron fluidez al esférico gracias a la movilidad permanente de la línea de trescuartistas, conformada por Benzema en la izquierda, Van der Vaart de enlace y Granero escorado a la derecha. En punta, Higuaín peleó cuerpo a cuerpo con los fornidos defensores belgas, a los que el 20 cogió la espalda en diversas ocasiones.
Mientras, Drenthe volvía a perderse una y otra vez entre sus bicicletas. El holandés estuvo errático en el pase y también en el centro en la única vez que alcanzó la línea de fondo. Tuvo que ser Van der Vaart, estimulado por el fichaje de Özil, quien estrenase el marcador con un disparo liftado que sorteó la barrera y besó la base del poste de Van Hout, uno de los arqueros de mayor envergadura de Europa. El fino mediapunta apenas festejó el gol.
Benzema, incisivo
Al gol del holandés respondió el Standard con un testarazo de Mangala, al saque de una falta, que fue bien anulado por el colegiado ya que el zaguero belga se encontraba en posición ilegal cuando el balón despegó de la bota de su compañero. Se sobrepuso el Madrid, con más dominio pero escasa precisión. Benzema, reubicado en la izquierda, dejó de lado su apatía y reclamó protagonismo con un par de internadas en las que exhibió su punta de velocidad y su desborde con el objetivo de seducir a Mourinho.
Precisamente, una asistencia del francés fue enviada a las nubes por Van der Vaart, que aterrizaba desde segunda línea y que unos minutos después rindió tributo al fútbol de salón con un taconazo entre líneas soberbio que Granero, enmarañado entre varios rivales, no supo aprovechar. Deseosos de agradar a su hinchada, los belgas no arrojaron la toalla y explotaron la banda de Drenthe para enviar balones al área. Pieroni, en remate acrobático, estuvo a punto de empatar instantes antes del descanso.
Las caras nuevas, a escena
Cristiano Ronaldo animó el encuentro en la reanudación. Primero deleitó a los presentes con un pase de rabona y después retrató a su defensor con un sombrero circense que arrancó los aplausos de la grada. También entraron en escena Marcelo, muy activo en el costado, y las nuevas incorporaciones: Khedira, Canales, Pedro León, Di María y Carvalho. El luso apenas se empleó en la retaguardia, pero tuvo un lunar en un error de marcaje que costó el tanto del empate después de un testarazo impecable de Benteke.
El extremo argentino, un rayo pegado a la cal, explotó sus arrancadas para descoser una y otra vez la defensa rival, mientras que Khedira aportó pausa al centro del campo y los españoles ofrecieron muestras de su buena relación con la pelota. El Standard, por su parte, no se cruzó de brazos e insistió con más corazón que argumentos sobre la portería de Dudek. Souza pudo rubricar el triunfo, pero su tiro a la media vuelta se marchó lamiendo el palo. El polaco tomó aire. A Mourinho le queda mucho trabajo por delante.
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