Bojan ya está listo

Jugó porque a Guardiola no le quedó más remedio. Un axioma contra el que ya se rebela Bojan Krkic (Linyola, Lleida, 1990), que ve esta temporada como la suya. "Ya no soy el niño que entró en el equipo hace cuatro años. Aunque sigo siendo el más joven de la plantilla, hay un cambio, me siento más maduro", se defendió ayer el delantero. Le avala el primer curso, cuando lo dirigió Frank Rijkaard y marcó con apenas 17 años la friolera de 10 goles ligueros, y el tramo final del curso anterior, cuando Henry ya estaba de vacaciones e Ibrahimovic no respondía a las exigencias, cuando firmó siete dianas en los últimos ocho encuentros que jugó. Guardiola lo prefiere como delantero centro, puesto que copó en su día Eto'o, que le discutieron Henry e Ibrahimovic el año anterior y que ahora parece capitalizar Villa. Bojan se postula también como extremo y en el verano se ha puesto a tono, dispuesto a disputarle la titularidad a cualquiera.

Como no fue escogido para ir al Mundial, Bojan ha disfrutado de dos meses de asueto. Un asueto relativo. Durante las tres primeras semanas, no realizó entrenamiento específico alguno, más allá de los partidos de pádel y tenis con sus amigos, de las piscinas y piscinas en Mollerussa. Pero quería llegar en condiciones a la pretemporada", señaló ayer el futbolista. Por ello se ejercitó a fondo en las dos siguientes semanas, con un preparador físico específico, con un plan de prevención entremezclando lo técnico y lo físico, con un trabajo de campo y también de gimnasio. "Mi objetivo no es ser titular, aunque trabaje para ello y para sentirme feliz", reconoció Bojan, por lo que también decidió tomarse una semana de reposo absoluto, para irse con varios amigos a Ibiza y a Tossa de Mar. Un descanso, sin embargo, breve: durante los siguientes 15 días, retomó el trabajo con el preparador particular, ahora ya bajo las instrucciones del programa físico preparado por el Barça para afrontar los primeros días de la pretemporada con un tono aceptable. "Me encuentro muy fuerte", reseña el ariete. Hasta el punto de que no se siente por detrás de nadie.

Acostumbrado a tener a primeros espadas como rivales, a una competitividad fiera porque poner el punto final al juego colectivo del Barça es para los elegidos, Bojan tiene tablas. No solo se afianzó como ariete cuando Eto'o se lesionó hace tres años, sino que le sisó la titularidad a Henry cuando perdió la forma y a Ibrahimovic cuando perdió parte de la confianza de Guardiola al final de la temporada anterior. "Eso sirvió para demostrarme a mí y a todo el mundo que puedo estar aquí", convino Bojan, confiado a su puntería, a su olfato goleador; "me encuentro con mucha fuerza, maduro. Tengo la ilusión de que ha llegado mi momento".

Bojan tiene claro que le queda mucho recorrido. "Soy joven y me queda mucho por aprender", admite. Pero eso no le resta confianza en sus posibilidades. No le importa la llegada de Villa, que apunta a la titularidad, según la cantidad de goles que asegura cada año y los 40 millones que se ha gastado el club en su fichaje: "David es muy buen jugador, un goleador nato. Pero podemos jugar juntos, uno en la banda y el otro en el medio". Y tampoco le incomoda la permanencia de Ibra. "Es una excelente persona y bueno para el grupo. Si se queda en el Barça, se repartirán más los minutos entre los delanteros. Y si se va, se jugará más porque seremos menos". En la rebotica aguarda Jonathan Soriano, el delantero centro del Barça B, que la temporada pasada, cuando se consiguió el salvoconducto para la Segunda División A, marcó 18 goles. "A mí Guardiola no me ha dicho nada", asegura el futbolista; "pero tengo claro que hay que trabajar mucho, luego trabajar más, y esperar a ver si hay alguna oportunidad. Estoy muy contento aquí". Como Bojan, es rara avis en el Barça, que apenas produce delanteros centros de primer nivel y que ahora tampoco parece contar con ninguno que empuje con fuerza.

Como cada año, Bojan parte de suplente. Pero espera cobrarse la titularidad por sus goles y no por las ausencias o las bajadas de rendimiento de los demás. El tono físico, de momento, ya lo tiene.