Mark González juega en casa
Para el extremo de Chile, nacido en Sudáfrica y hoy rival de España, es un sueño jugar un Mundial en el país en el que creció
Cuando el futbolista chileno Raúl González se fue a jugar a la Liga de Sudáfrica, en 1982, las leyes del Estado discriminaban a los negros y el racismo más atroz se practicaba sistemáticamente en cada metro cuadrado del país. González, que huía la crisis económica de Chile, recaló en el Moroka Swallows, club de Soweto. Desde el gran suburbio negro de Johanesburgo, dio el salto a los Bush Bucks de Durban, ciudad en la que en 1984 nació su hijo Mark. Aquel niño, 26 años después, se encuentra de vuelta en el país que le vio crecer, donde hoy será una de las grandes amenazas para una España que necesita ganar (20.30 en C+ y C+ Liga).
Mark González (Durban; 1984) es un viejo conocido de la afición española. Pero no todo el mundo conoce sus orígenes en Sudáfrica, país desde el que volvió al Chile de sus padres cuando tenía 10 años y al que ha retornado ahora para disputar el Mundial. Criado como blanco en pleno régimen del Apartheid, el jugador dejó de lado el deporte nacional, el rugby, para seguir los pasos de su padre. Ya en el país andino, debutó a los 18 años en las filas del Universidad Católica de Santiago, club desde el que dio el salto a España en 2004. Desde entonces, ha militado en tres equipos de la Liga (Albacete, Real Sociedad y Betis) y se ha enfrentado a la mayoría de los futbolistas que hoy van a tener la misión de detenerle.
El buen rendimiento en su primera temporada en el Albacete llamó la atención de Rafa Benítez. Mark González fichó en 2005 por el Liverpool, entonces campeón de Europa. Pero la normativa de la Premier, que no permite jugar a futbolistas de países que estén por debajo del puesto 70 en el ránking FIFA, le obligó a volver cedido a España. Recaló en las filas de la Real Sociedad, donde su aportación en la recta final del campeonato -cinco goles en 16 partidos- fue vital para evitar el descenso del club a Segunda División. Luego regresó al Liverpool, ya con el permiso de trabajo. Pero no acabó de cuajar y se marchó al Betis. En el club verdiblanco militó dos temporadas, en las que jugó 46 partidos y marcó 11 tantos. Tras el descenso bético a Segunda, se marchó al CSKA de Moscú, club con el que este año eliminó de la Liga de Campeones al Sevilla.
Letal en el contraataque
Una de las personas que mejor le conoce en España es el ex entrenador del Betis, Paco Chaparro, que le dirigió durante casi dos años. "Sus virtudes son su velocidad, su cabeceo y su tiro desde media distancia, que es muy fuerte", dice el técnico. Cree que a veces falla en la colocación sobre el campo, pero asegura que con espacios y sin muchos adversarios por delante es muy bueno, "para el contraataque sobre todo". Según Chaparro, el jugador "no se reserva nunca, lo da todo". En demasiadas ocasiones, esa entrega le ha costado sufrir lesiones que han frenado su progresión. En cualquier caso, "va madurando y tiene que ir a más", asegura el técnico.
El futbolista chileno ha sido suplente en los dos primeros partidos del Mundial. Frente a Suiza, jugó la segunda parte, marcó el gol de la victoria y fue elegido mejor jugador del encuentro por la FIFA. Hoy, apunta a titular ante España. "Después de verle en el Mundial, creo que debe de estar en su mejor nivel", asegura Chaparro, que cree que el gol y los minutos que le está dando su seleccionador, el argentino Marcelo Bielsa, tienen que estar influyendo muy positivamente en su confianza. El técnico advierte que, por su velocidad, tanto él como sus compañeros pueden ser una gran amenaza para una defensa como la española. No hay duda, además, de que Mark González jugará más motivado que nunca. "Mis hermanos, mi padre, mis primos, mi familia, todos estaban en el estadio", dijo tras marcarle a Suiza. "Fue el momento más importante de mi carrera", remató el jugador, para quien volver a Sudáfrica, donde le esperaban tantos seres queridos, "era un sueño".
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