Los silbatos kiwis
Nueva Zelanda es, junto a México, el único país que aporta dos colegiados al Mundial
El fútbol neocelandés no solo está de enhorabuena en Sudáfrica por la clasificación de su selección para su segundo Mundial. Este año, por primera vez en la historia, un kiwi ha arbitrado un partido de la fase final de la Copa del Mundo y es, junto con México, el único país que tiene dos colegiados entre los 30 seleccionados por la FIFA.
Los elegidos han sido Michael Hester y Peter O'Leary. El primero ya se ha estrenado, arbitró Corea de Sur contra Grecia, resuelto por los asiáticos (2-0). O'Leary, por su parte, ha sido el cuarto árbitro del Francia-México (0-2), del Eslovenia-Argelia (1-0) y del Camerún-Dinamarca (1-2). Ambos pitan habitualmente en la liga de su país y en la A-League australiana. Ninguno de los dos tiene mucha experiencia a nivel internacional. Hester participó en la fase de grupos de los Juegos Olímpicos de Pekín y el torneo más prestigioso en el que ha pitado O'Leary ha sido la Copa Mundial de Clubes del año pasado.
Hester, comandante de la marina neocelandesa, es árbitro FIFA desde 2007. Aunque nació en Sydney, ha vivido toda su vida y es natural de Nueva Zelanda. Ex jugador de rugby, destaca que la labor del árbitro de fútbol es especialmente difícil. El problema, para él, es tener que tomar una decisión en segundos y desde un único ángulo que después se critica con la ayuda de multitud de cámaras. Su compatriota da clases de ciencias en un instituto en la ciudad de Hamilton, en el centro de la isla septentrional de Nueva Zelanda. Internacional desde 2003, en 1994 se hizo árbitro dada sus escasas aptitudes como jugador de fútbol. En la temporada 2007-2008, hizo de cuarto árbitro en un partido de la Premier inglesa que enfrentaba al Aston Villa y al Sunderland. Estaba viendo el partido invitado por el colegiado principal, Steve Bennett, y en la primera parte se lesionó el árbitro asistente y su anfitrión le pidió que le ayudara desde la banda.
Hasta llegar al Mundial, tanto los dos neocelandeses como los otros 28 árbitros elegidos por la FIFA han pasado un proceso de selección iniciado en 2007. Cara a Sudáfrica se puso en marcha el Programa para la Asistencia del Arbitraje (RAP, según las siglas en inglés), cuya finalidad es, en última instancia, la profesionalización de los colegiados. El proceso de selección ha consistido en un seguimiento de los candidatos -54, en 2007- tanto en sus actuaciones en los partidos locales como en los partidos internacionales, y la asistencia a varios seminarios. Estos cursillos sirvieron para evaluar la preparación física y técnica y, como novedad, se dieron clases de táctica de fútbol y una preparación psicológica. Por último, los colegiados tuvieron que pasar un examen de inglés. Tras esta criba, hecha pública el 5 de marzo de este año, se reunió a los seleccionados en la sede de la FIFA, en Zúrich, para un chequeo médico y se celebró un último seminario en España.
Al contrario que otros neocelandeses que estuvieron en Sudáfrica disputando un Mundial, los All Blacks de rugby, parece poco probable que los neocelandeses que participan en esta Copa del Mundo aparezcan en una película. Pero el fútbol kiwi está haciendo historia. Incluso con los árbitros.
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