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En Irún no hubo milagro

En Irún no hubo milagro. El Real Unión descendió a la Segunda División B con una amarga derrota por 0-2 ante el Hércules, que regresó a Primera catorce años después, en un partido de clara superioridad del conjunto alicantino.

El partido comenzó con dominio del Hércules que buscó, desde el pitido inicial, la portería rival defendida por Jaúregi. Primero avisó Sendoa con un lanzamiento dentro del área que sacó Iglesias, desde la línea de gol. En la segunda oportunidad llegó el gol del Hércules por mediación de Portillo tras una buena asistencia por la banda derecha del capitán Tote. Portillo anotaba su quinto gol en la presente temporada.

El conjunto irundarra malgastó una inmejorable ocasión para lograr el empate. El mediapunta donostiarra Juan Domínguez envío un fuerte disparo desde la frontal del área que escupió el larguero de la portería defendida por Calatayud.

En el segundo periodo, el conjunto alicantino sentenció el encuentro en una jugada desafortunada para el equipo irundarra. Otra internada por la banda derecha de Portillo con pase interior dentro del área pequeña, que fue rematado en propia puerta por el veterano defensa Iñaki Descarga que quedó desolado. Una amarga derrota que sirve para culminar el efímero sueño del conjunto guipuzcoano en la Segunda División.

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