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MUNDIAL DE SUDÁFRICA

Combate nulo

Ronaldo no encuentra espacios y Drogba juega con demasiadas precauciones por su lesión

El esperado duelo entre Cristiano Ronaldo y Drogba se quedó en nada. En un armisticio firmado por el delantero del Chelsea cuando fue a abrazar al del Madrid y le susurró algo al oído después del lanzamiento de una falta del portugués. En medio de tanta tensión como tedio, Cristiano encontró un resquicio para relajarse y sonreír. Firmaron la pipa de la paz puesto que ninguno de los dos podía imponerse al otro. Cristiano, primero porque fue abandonado por un equipo que no está a su altura, especialmente por la baja forma de Deco, el catalizador del juego desde la Eurocopa de Portugal 2004; y en segundo lugar porque un jugador tan físico como él se encontró con la horma de su zapato: los marfileños eran tan rápidos y potentes como él. En cuanto a Drogba, recibido como el redentor por las distintas aficiones africanas en el minuto 66, actuó cohibido por la lesión sufrida la semana pasada, esa rotura del cubito del brazo derecho que aventuraba su ausencia del torneo. Dispuso de una protección especial, aceptada por el árbitro y sus rivales, pero mentalmente estaba más preocupado de protegerse que de rematar.

Costa de Marfil 0 - Portugal 0

Costa de Marfil: Barry; Demel, Kolo Touré, Zokora, Tiéne; Tiote, Eboué (Romaric, min 89), Yaya Touré; Didane, Gervinho Kouassi (Keita, min. 82) y Kalou (Drogba, min 66).

Portugal: Eduardo; Paulo Ferreira, Ricardo Carvalho, Bruno Alves, Coentrao; Pedro Mendes, Meireles (Rubem Amorim, min. 85), Deco (Tiago, min.62), Cristiano Ronaldo, Danny (Simao, min. 55) y Liedson.

Árbitro: Jorge Larrionda (Uruguay). Mostró tarjeta amarilla a Zokora (min. 7), Demel (min. 21) y Cristiano Ronaldo (min. 21).

Incidencias: partido disputado en el estadio Nelson Mandela Bay de Port Elizabeth ante unos 39.000 espectadores

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Cualquiera de las dos selecciones puede enfrentarse a España en octavos de final. Cualquiera está a años luz desde el punto de vista técnico. Otra cosa es que Portugal disponga de la amenaza constante de Ronaldo; y que Costa de Marfil, el más fuerte de los africanos, exhiba una musculatura descomunal. El plan tanto de Queiroz como de Eriksson, dos técnicos básicamente conservadores, era no perder y a ello dedicaron la mayoría de sus energías.

Si lo comparamos con Messi, Cristiano perdió claramente la partida. El argentino se fabricó él solo media docena de oportunidades de gol, erradas en el último momento por un exceso de ansiedad en el remate. Ronaldo, en cambio, solo dispuso de una. Para una vez que le dejaron controlar a 30 metros del área, Cristiano se revolvió, buscó el ángulo de tiro rodeado de dos rivales y envió uno de esos disparos serpenteantes que odian tanto los porteros de cualquier condición. En el caso de Barry sabía mientras volaba hacia su lado derecho que nunca llegaría el balón. Dio en el poste. Desde el banquillo, Didier Drogba se atusó la cabellera negra antes de santiguarse y resoplar: la moneda había salido cara, pensó.

Ronaldo también se marchó resoplando al descanso. Pero de irritación. Deco decía que no con la cabeza antes del comienzo de la segunda parte. No les gustaba lo que estaban viendo. Ni su actuación individual ni la de su equipo, incapaz de encontrar la mínima grieta en una defensa cerrada a cal y canto por Zokora, el jugador del Sevilla, retrasado por Eriksson como una especie de libero a la antigua usanza.

Queiroz quiso abrir el campo con Simão en lugar de un Danny fantasmal, uno de esos jugadores por los que se han pagado grandes fortunas sin que se sepa verdaderamente por qué (el Zénit ruso invirtió en él 30 millones de euros en agosto de 2008). Descontento con un Deco desconocido, Queiroz también lo sustituyó por Tiago. A Portugal, definitivamente, le faltan toneladas de creatividad en el centro del campo. Meireles y Pedro Mendes no pueden dársela.

En la entrada de Drogba, un aficionado levantó un humilde cartón mientras daba saltos de alegría: "Drogba, make Africa feel it's here [haz sentir a África que está aquí]". Apagado Eto'o en Camerún, al continente negro se le escapan los referentes y se agarra al delantero del Chelsea como su último salvador. Aunque ayer apenas fuera una sombra de sí mismo, condicionado en sus movimientos por ese hueso roto.

Con las camisetas ajustadas, los costamarfileños acentuaban su marcada superioridad muscular. Gervinho, Dindane y Kalou, especialmente el primero, mantuvieron el miedo en el cuerpo de la zaga dirigida por Carvalho. Pero siempre se les fue el último pase, regate o control. Fueron muy imprecisos en el área adversaria y, aunque acabaron atosigando a Portugal, desaprovecharon un postrer córner sacándolo en corto y dando tiempo al árbitro a que pitara el final del encuentro. Un anticlímax que resumía un duelo sin alma, un combate nulo. En el grupo de la muerte reinó, para empezar, el aburrimiento.

Didier Zokora intenta frenar a Cristiano Ronaldo en el terreno de juego del estadio Neslson Mandela de Port Elizabeth.
Didier Zokora intenta frenar a Cristiano Ronaldo en el terreno de juego del estadio Neslson Mandela de Port Elizabeth.GETTY
Esta tarde debutan Portugal, con Cristiano Ronaldo al frente de Brasil. Si no hay sorpresa una de las dos selecciones será la rival de España en octavos
Esta tarde debutan Portugal, con Cristiano Ronaldo al frente de Brasil. Si no hay sorpresa una de las dos selecciones será la rival de España en octavosGETTY
Empate a nada entre Costa de Marfil y Portugal. <strong>Resúmenes y goles: <a href="http://www.elpais.com/deportes/futbol/mundial/videos/">Vídeos Mundial 2010</a></strong>

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