Japón pone en evidencia a Camerún
Justo triunfo de los asiáticos ante un irreconocible rival, que apenas ha creado peligro
Japón ha dejado en pañales a Camerún. No se esperaba algo así , siendo como es la selección africana uno de esos conjuntos que aspiran a dar la sorpresa. Y la sorpresa ha dado, aunque negativa. Que la actual Camerún no admite comparación con el equipo que deslumbró en el 90, con el abuelo Roger Milla al frente, ya se sabía. Lo que no era fácil imaginar es que el equipo mostrara una vulgaridad de tamaña grandeza. Repasa los resultados del Grupo E
Ahí andaba Eto'o, de arriba abajo en la banda derecha, uno de los mejores goleadores del planeta reconvertido en perseguidor de sombras junto a la cal. Y dado que Camerún no es el Inter, Le Guen, su técnico, poco tiene que ver con Mourinho, y Choupo-Motingo, a la sazón ariete de los africanos, anda lejos de parecerse a Diego Milito, pues no es de extrañar que el papel de Eto'o, en su carril del exilio, haya sido tan desesperante como el de sus compañeros.
JAPÓN 1 - CAMERÚN 0
Japón: Eiji Kawashima; Yuto Nagamoto, Yuji Nakazawa, Marcus Tulio Tanaka, Yuichi Komano; Daisuke Matsui (Shinji Okazaki, m.69), Keisuke Honda, Yuki Abe, Makoto Hasebe (Junichi Inamoto, m.88), Yasuhito Endo; Yoshito Okubo (Kisho Yano, m.82)
Camerún: Souleymanou Hamidou; Stephane Mbia, Nicolas Nkoulou, Sebastien Bassong, Benoit Assou-Ekotto; Joel Matip (Achille Emana, m.75), Jean Makoun (Geremi, m.75), Eyong Enoh; Samuel Eto'o, Pierre Webo, Eric Choupo Moting (Mohamadou Idrissou, m.75)
Goles: 1-0, m.39: Honda
Árbitro: Olegario Benquerenca (Portugal), amonestó al japonés Abe y al camerunés Nkoulou
Incidencias: Encuentro de la primera fase del Mundial de Sudáfrica disputado en el Estadio Free State, de Bloemfontein, ante unos 43.000 espectadores.
No es que Japón lo bordara, ni falta que le hizo. Pero marcaron los asiáticos los tiempos del partido y corrieron como si mañana se acabara el fútbol. Llevaron así el peso del partido y mostraron algún que otro futbolista, con Matsui a la cabeza, con un aseado trato al balón. Logró el gol allá en el minuto 38, cuando el citado Matsui sacó el centro desde la derecha y al alimón, como un solo hombre, a por el balón se fueron los centrales, Bassong y Nkoulou. Pero pasó de largo la pelota, cosas de la física, y cayó a los pies de Honda, jugador del CSKA de Moscú, que marcó con la izquierda.
La segunda parte no cambió el panorama. Japón controló el partido ante un rival sin garra, sin argumentos, sin equilibrio, sin un gramo de fútbol. Sólo una jugada de Eto'o, que progresó por su particular prisión de la banda derecha y puso un pase desde la línea de fondo que Choupo-Motingo mandó al anfiteatro, certificó que Camerún estaba en el partido. Ya en el último aliento, Mbia envió un zapatazo al larguero. Ahí se acabó la vida para Camerún, protagonista de una actuación insufrible, cuyo futuro en el torneo ya pende de un hilo. Enfrente, Japón celebra su primer triunfo en un Mundial fuera de casa, pues los dos anteriores datan de 2002, cuando jugó ante los suyos. Un Japón que dejó en evidencia a Camerún, ese Camerún en el que Eto'o debería ser capitán general y le tienen llevando el botijo.
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