Dos reservas sacan de quicio a los Lakers
Robinson y Davis revolucionan el partido en el último cuarto para llevar a los Celtics a la victoria (89-96) y empatar a dos la final
Robinson y Davis, dos reservas, se adueñaron del cuarto partido de la final cuando nadie lo esperaba, cuando ni los Lakers ni los Celtics daban la sensación de poder romper la dinámica de igualdad y tensión que presidió una contienda que acabó en 96-89 para los de Boston.
Robinson, hiperactivo, gesticulante, rápido y anotador. Davis, decidido, listo y con mucho tino en sus tiros cerca del aro. Ambos muy teatrales pero a la vez capaces de transmitir energía a sus compañeros y adrenalina al público. Entre los dos y otros dos reservas, Tony Allen que se encargó de sujetar, literalmente, a Kobe Bryant, y Wallace, que trató de descentrar a Pau Gasol acosándole de manera permanente, propiciaron el estirón en el marcador: 85-74. Quedaban menos de tres minutos. Doc Rivers devolvió a la pista a los titulares, que ya no tuvieron mayor problema en evitar las últimas embestidas de los Lakers.
BOSTON CELTICS, 96 LOS ÁNGELES LAKERS, 89
Parciales por cuartos: 19-16, 23-29, 18-17 y 36-27.
CELTICS: Rondo (10), Ray Allen (12), Pierce (19), Garnett (13), Perkins (6) -equipo inicial-; Tony Allen (3), Rasheed Wallace (3), Davis (18) y Robinson (12).
LAKERS: Fisher (6), Kobe Bryant (33), Artest (9), Pau Gasol (21), Bynum (2) -equipo inicial-; Vujacic (0), Odom (10), Farmar (3) y Brown (5).
Boston Garden. 18.624 espectadores.
Lakers, 2; Celtics, 2
Primer partido: Lakers, 102; Celtics, 89
Segundo: Lakers, 94; Celtics, 103
Tercero: Celtics, 84; Lakers, 91
Cuarto: Celtics, 96; Lakers, 89
Quinto: sábado 13 de junio en Boston. (20.00, a las 2.00 del domingo hora española).
Sexto: martes 15 de junio en Los Ángeles. (18.00, a las 3.00 del miércoles hora española).
Séptimo: jueves 17 de junio en Los Ángeles. (18.00, a las 3.00 del viernes hora española).
Al equipo de Phil Jackson le condenó el mal estado físico de Bynum, la inferioridad en el rebote, con siete capturas menos, y su peor balance en el cuidado del balón con tres pérdidas más y seis robos menos que su rival. Eso delata su falta de vista y energía para evitar los estropicios de los secundarios de los Celtics. No fue suficiente con una notable versión de Kobe Bryant y Pau Gasol. La estrella del equipo sumó 33 puntos, esta vez con una magnífica serie en el lanzamiento, 10 canastas de 22 lanzamientos, incluidos 6 de 11 triples. Gasol sumó 21 puntos, seis rebotes, tres asistencias y dos tapones, aunque al final acusó el enorme desgaste por el acoso al que fue sometido por parte de todos los pívots de los Celtics.
Primer tirón
Gasol atacó con más decisión que nunca. No se frenó ante nada ni ante nadie. Su garra y sus rápidos movimientos de pies le proporcionaron puntos, a veces directos, a veces desde la línea de tiros libres. No podían con él. Pero los Celtics se aferraron al partido a pesar de un primer tirón importante de los Lakers cuando Kobe Bryant enlazó ocho puntos de un plumazo, incluidos dos triples, tal vez los primeros consecutivos de los Lakers a lo largo de una serie final que, excepto la proeza de Ray Allen en el segundo partido, no se está caracterizando precisamente por el acierto desde la máxima distancia. Fue con una canasta de Artest cuando la brecha se abrió hasta los ocho puntos (35-43). Los Celtics contestaron con un Garnett inspirado por momentos que redujo los daños a lo mínimo: 42-45.
La tensión, la igualdad en los fallos, en los aciertos, en el marcador, en la aplicación de unas defensas al límite, se prolongó durante todo el tercer tiempo. Garnett y Davis daban la réplica a Pau Gasol y sobre todo a Kobe Bryant, que volvió a anotar dos triples escalofriantes, el segundo después de que Doc Rivers sacara con urgencia del banquillo a Tony Allen para intentar neutralizarle. El partido aterrizó en tablas en el último cuarto.
Espíritu guerrero
Los Celtics pusieron una marcha más en su espíritu guerrero. El Garden se convirtió en un infierno y los balones divididos fueron siempre para los de casa (74-66) a pesar de que Rivers apostó por los suplentes, con Robinson, Tony Allen, Davis y Wallace, además de Ray Allen. El juego de tralla, de provocación, de asfixia sobre Kobe Bryant le dio réditos a los Celtics a pesar de que les costó dos técnicas a Wallace y Robinson. Con sus reservas en plena ebullición, los Celtics rompieron el partido y con once puntos de renta a menos de tres minutos ya fueron inalcanzables para los Lakers. Pierce se encargó de dar el carpetazo en el partido que empata a dos la final.
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