Iannone no encuentra rival

El himno italiano ha sonado al menos una vez en un circuito de Mugello compungido por la ausencia de Valentino Rossi, convaleciente en el hospital tras su caída ayer por la mañana. Andrea Iannone, que salía desde la pole, no encontró rivales ayer en la pista . Tiró y tiró sin que nadie pudiera darle caza durante las 21 vueltas que duró la carrera de Moto2. Llegó a tener una ventaja de más de siete segundos. De modo que cuando se supo ganador de la prueba empezó a aflojar un poco para no poner en peligro su victoria más cómoda.

La auténtica pelea se vivía siempre unas curvas por detrás del italiano, donde un grupo de hasta seis pilotos se metía en el barro en una lucha infinita por el podio. Allá estaban el líder del Mundial, Toni Elías, que tras ofrecer un poco de espectáculo, como acostumbra, no pudo más que quedar en quinta posición; Cluzel, que se fue a tierra hasta en dos ocasiones antes de abandonar; Alex Debón, que terminó en la décima posición, por detrás de Simón, que no tuvo el día afortunado; también andaban por allí Corsi, que fue tercero finalmente; Luthi, que terminó cuarto; y Tomizawa, sexto, por detrás de Elías, a quien persigue también en la clasificación general, con 19 puntos menos.

Uno de los últimos en engancharse al grupo de la locura fue Sergio Gadea, a quien sí le sonrió la suerte en la única categoría del Mundial que permite ver hasta a cuatro motos en paralelo dispuestas a tomar una curva. Gadea fue escalando posiciones hasta terminar en segunda posición. Una sopresa. O no. Este año en Moto2 todo parece una lotería.