"La continuidad no puede aplicarla cualquiera"
Jaume Ferrer, compañero de viaje del presidente Joan Laporta desde las elecciones de 2003, se ha convertido finalmente en el precandidato continuista del Barça después de la renuncia de Alfons Godall, que ahora forma parte de la lista de Marc Ingla. A Ferrer, persona discreta, le cuesta poner cara de candidato, o al menos responder al cartel que se supone debe tener un aspirante a la presidencia en una campaña electoral. A cambio, transmite un punto de sosiego interesante en el ruidoso mundo del fútbol, nada que ver precisamente con la vehemencia de Laporta.
Pregunta. Usted transmite una imagen de serenidad, un valor apreciable frente a la crispación, de la misma manera que a veces da la sensación de que todo le parece bien. ¿Hay alguna cosa que le saque de sus casillas?
Respuesta. Hay cosas que me molestan y también me enfado. Puedo hacer saber mi criterio sin gritar, con un buen tono, y ser igualmente contundente en la respuesta. Me gusta respetar a las personas y entiendo que, como representante del club, todavía se deben guardar mucho más las formas.
P. Marc Ingla, uno de sus rivales, afirma que usted es "insustancial".
R. No sé qué quiere decir.
P. Aseguran que el presidente Joan Laporta le agarró por las solapas de la americana cuando anunció su intención de presentarse a las elecciones y rivalizar entonces con Alfons Godall y usted ni se inmutó.
R. No es verdad. Si así hubiera sido, todo habría acabado de forma diferente a como lo hizo. Nos reunimos en un despacho, nos dijimos lo que teníamos que decirnos, cada uno en su tono, y no hubo ningún agarrón ni nada parecido.
P. De acuerdo con el carácter continuista de su precandidatura, avalada ahora por el propio presidente, ¿se trata simplemente de sustituir la figura de Laporta por la suya y todo continuará igual?
R. Es una conclusión muy superficial. Se trata de mantener el modelo, no tocar las cosas que funcionan, y apostar por un presidente que sepa cómo hacerlo y que tenga ilusión y conocimiento para poder aplicar la continuidad. No puede hacerlo cualquiera. Me ilusiona aspirar a la presidencia para consolidar el trabajo hecho y fortalecer el liderazgo mundial del Barcelona.
P. ¿No cree que a su candidatura le falta homogeneidad? Hay perfiles muy opuestos y diferentes.
R. Todos son muy barcelonistas y tienen ganas de servir al Barça. Hay gente muy pasional y otra que no lo es tanto. Se trata de actuar de forma colegiada, con sentido común, con "seny".
P. Quien dispone del aparato del club tiene las elecciones ganadas, o al menos así parece que ha sido normalmente. ¿Eso le ayuda frente a las encuestas que señalan a Sandro Rosell como favorito?
R. El aparato del club no juega a mi favor, sino que actúa con neutralidad, y cuando se practica la neutralidad para favorecer el proceso electoral se corre el riesgo incluso de favorecer a los demás candidatos. Barça TV, por ejemplo, no ha ido a muchos de los actos electorales de nuestra candidatura.
P. El director general corporativo, Joan Oliver, le espió cuando usted era vicepresidente y, al parecer, si usted gana le mantendrá en el puesto.
R. No me pareció bien que se nos espiara a algunos vicepresidentes sin avisar, pero los informes finales no fueron tan exhaustivos ni completos para provocar el ruido que se armó. Llevo un año explicándolo. Todavía no le puedo decir si continuaría Juan Oliver.
P. Aparentemente, usted debe superar dos elecciones para ganar: superar primero a Marc Ingla como candidato continuista y después a Rosell. ¿Está de acuerdo?
R. No lo visualizo de la misma manera. La precandidatura de Ingla está formada por personas que se fueron del club porque no aguantaron la presión ni creían en el modelo. Hubo una moción de censura de por medio y después se apostó por Pep Guardiola y por técnicos de la casa en las secciones. Si acaso las primarias serían una cuestión entre Ingla y Rosell. Después de la moción se impuso una paz institucional, se pudo gobernar con mucha tranquilidad. Fue un punto de inflexión.
P. Usted se lleva mejor con Rosell que con Ingla, ¿verdad?
R. No es verdad. Les conozco a los dos, y si acaso me siento próximo a alguna persona es a Joan Laporta.
P. "El modelo de Rosell es similar al de Florentino Pérez e Ingla pensó en su momento en un entrenador más duro como Mourinho". ¿Rubrica ese titular de Mundo Deportivo?
R. Es un resumen de una entrevista, y funciona como resumen, pero precisa de una explicación
P. Ahora funciona el modelo Guardiola, extensivo a los distintos equipos del club, entrenados por técnicos de la casa después de haber apostado por figuras como Dusko Ivanovic en baloncesto y Manolo Cadenas en balonmano.
R. Sí. La gente de casa conoce el club, la forma de ser de la afición, y son los mejor preparados. No hace falta acudir al mercado. Evitamos malos entendidos y se trabaja con más tranquilidad. Hay mucho recorrido todavía. No tenemos que preocuparnos por el futuro deportivo del club a corto plazo.
P. Las pasadas elecciones se decidieron después de que la candidatura de Laporta anunciara el fichaje de Beckham, que posteriormente se fue al Madrid. ¿Cuál será la clave de los comicios del día 13?
R. El socio deberá elegir al candidato que le ofrezca más y mejores garantías. Hay que analizar las propuestas, los debates, y comparar. De momento, lo que hay es un modelo que funciona.
P. ¿Cómo le pediría el voto a un socio de la calle?
R. Le diría que si está contento, que si quiere continuar teniendo un Barça competitivo como el actual, con un nivel mundial, estaría bien que nos manifestara su confianza. No toquemos lo que funciona bien. Las demás opciones pueden generar una mayor incertidumbre. Llevo siete años creyendo en un modelo y lucho para sacarlo adelante.
P. ¿Cómo capitalizará al club?
R. Los ingresos clásicos todavía tienen recorrido. Me refiero a los contratos de patrocinio, de televisión y los correspondientes al estadio. Pero también pensamos en otros recursos como el desarrollo patrimonial del club -a través de galerías, hoteles- y también mediante las nuevas alternativas. La industria del fútbol se ha globalizado y nosotros hemos ganado la batalla de la internacionalidad: sin renunciar a los patrocinadores locales, a los globales les interesa el Barça. Aumentan las audiencias. Hay que pensar también en la reforma del estadio y en el nuevo Palau.
P. ¿Usted es partidario del proyecto de Foster de reformar el Camp Nou?
R. Fue el ganador del concurso, y le pediremos que detalle el proyecto, que tenga sentido común.
P. ¿No cree que uno de los déficits del modelo que usted defiende ha sido la falta de conexión con el socio? ¿No ha faltado control social?
R. No. La asamblea es el máximo órgano de control social. Lo que vamos a hacer es mejorar la asistencia de compromisarios.
P. Parece que ha empezado la guerra subterránea de los dossiers , acusaciones entre candidatos a partir de informaciones que empiezan a salir en la red. ¿Le preocupa que tengan uno suyo? ¿Tiene usted alguno de los demás precandidatos?
R. No entenderá tal guerra si los dossiers son falsos. Únicamente pido que todo lo que se cuente sea verdad y que, por tanto, no se utilice información para dañar a los rivales. Yo, al respecto, ni tengo nada, ni tengo nada que decir.
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