El carácter salva al Caja Laboral

El Caja Laboral se aferró ayer a su carácter, desaparecido en sus últimos encuentros ante el CSKA, para no despedirse, al menos de momento, de la competición europea. El cuadro vitoriano consiguió, a base de una férrea defensa y una mayor versatilidad en el ataque, forzar el cuarto partido, que se jugará mañana. El empuje de los de Dusko Ivanovic en los últimos compases del encuentro logró desestabilizar al rival, que encadenó fallos de todo tipo que sentenciaron el encuentro.

Una excesiva ansiedad y la falta de acierto ante el aro en la primera mitad del encuentro estuvieron a punto de echar a perder la superioridad defensiva del Caja Laboral, que tuvo en Singletary y Splitter a sus mejores aliados. Singletary se convirtió en la sombra de Holden para sacar de sus casillas al base nacionalizado ruso y los de Ivanovic llevaron el duelo a muy bajas revoluciones sin permitir desplegar al CSKA su ritmo.

El juego del primer cuarto no fue demasiado brillante por parte de ninguno de los dos equipos y los balones perdidos eran una constante. Los locales jugaron más con adrenalina que con cabeza, sin poner el rigor necesario para abrir brecha en un marcador que, aun así, dominaban gracias a una buena táctica defensiva.

Ya en el segundo cuarto el ataque del Caja Laboral se colapsó, aunque la acusada falta de puntería rusa contribuyó a que los de Ivanovic acumularan una renta de siete puntos antes del descanso.

El escaso acierto ante el aro fue tan acusado en ambos equipos que durante los primeros siete minutos del tercer cuarto sólo había anotado un 6-8. Fue, a pesar de todo, el único destello de dominio del juego por parte del CSKA. Cogió el ritmo del partido hasta lograr el primer empate (37-37) mientras el Caja Laboral perdía los papeles y la concentración defensiva.

El Caja Laboral se guardó lo mejor del repertorio para el inicio del último cuarto. Cinco puntos de Herrmann, con un triple, y cuatro de San Emeterio, con otro triple, llevaron a los locales a una renta de 51-41 ante un CSKA que ya presentaba síntomas de fatiga y debilidad. Tres minutos le costó anotar gracias a un triple de Khryapa.

El conjunto vasco supo defender su ventaja y, poco a poco, aumentarla para frustración del ruso, en el que sus estrellas no estuvieron al nivel de los dos primeros partidos, cuando fueron un vendaval para el Caja.

Herrmann, San Emeterio y Teletovic se echaron el equipo a la espalda en el último cuarto y marcaron 21 de los 24 puntos en el tramo final. Splitter volvió a ser el de las grandes citas y aportó otros 15, todos en los primeros 30 minutos.