El Atlético asalta un infierno devaluado
El cuadro de Quique anula a un Galatasaray plomizo con un Reyes en estado de gracia
El Atlético volvió a demostrar que le gusta el mambo y se siente como en casa al filo de la navaja asaltando la plaza del Galatasaray, ahí en nada, con un fútbol de brotes verdes que mandó a galeras la anticuada propuesta de un decepcionante Frank Rijkaard. La escuadra del Manzanares fue de menos a más en un examen del que salió triunfal por su perseverancia y su capacidad para sobreponerse a las durezas del guión, marcado por un calendario que no da tregua y un viaje agotador. Lo mismo dio. Ni el ambiente de mil demonios del Ali Sami Yen, inexpugnable hasta anoche y que sólo había concedido cuatro empates en toda la temporada, ni la violencia del conjunto turco intimidaron al cuadro de Quique Flores, que se arremangó y arregló el desaguisado de la ida con una actuación incontestable. Con Reyes de figura y Forlán de rematador el equipo rojiblanco ganó a la octava su primer partido del curso en Europa en un escenario que no invitaba al optimismo.
Galatasaray 1 - Atlético 2
Galatasaray: Leo Franco; Ugur Uçar, Neill, Servet Çetin, Hakan Balta; Mehmet Topal; Keita, Mustafa Sarp (Giovani Dos Santos m. 91), Elano (Ayhan Akman, m. 49), Caner Erkin; Arda Turan
At. Madrid: Asenjo; Juan Valera, Luis Perea, Ujfalusi, Antonio López; Paulo Assunçao; Reyes (Eduardo Salvio, m. 91), Raúl García, Simao; Jurado (Camacho, m.94); Agüero (Forlán m. 42)
Goles: 0-1: m. 63, Simao. 1-1: m. 66, Keita. 1-2: m. 89, Forlán.
Árbitro: Gianluca Rocchi (ITA) amonestó con cartulina amarilla a Mehmet Topal (m.58), Arda Turan (m.60) y Ugur Uçar (m.68) del Galatasaray. Expulsó a Caner Erkin del Galatasary por doble amonestación (m.80 y 81).
Incidencias: Partido correspondiente al encuentro de vuelta de la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Liga Europa de la UEFA disputado en el estadio Ali Sami Yen de Estambul ante unos 22.000 espectadores.
No a este Atlético, tan pronto en el diván como de verbena, que tras pasarlas canutas sacó el machete definitivamente cuando Ekin se autoexpulsó tras segar en apenas 60 segundos las piernas de Jurado y Valera. Faltaban diez minutos y los rojiblancos estaban en su salsa. A falta de argumentos salvo todo un repertorio de entradas carcelarias el Galatasaray entregó la cuchara tras una hora de fútbol de trincheras. La puntilla se la dio Forlán sobre la campana, tras un pase de Reyes, filtrando el balón entre las líneas adversarias al lugar hacia el que se desmarcaba el punta. de rechupete que El delantero uruguayo, tras romper la cintura a la defensa, envió el disparo al palo largo de Leo Franco, alejado de los guantes de ex compañero y amigo.
Ayudó la falta de pericia de un Rijkaard que no estuvo a la altura. El preparador holandés, al que el liderato del campeonato otomano no le ha salvado de las críticas por el triste juego de su equipo, volvió a la cueva. Como coartada volvió a escudarse en Arda Turan, forzado por enésima veza jugar medio cojo. El presunto mejor futbolista turco del momento, que llegó tocado al derby del fin de semana con el Besiktas y lo dejó todavía más, reclama a gritos un descanso. Lo demostró llegando tarde a un envío raso de Keita que no cortó nadie y mandó por encima del travesaño. Desactivado el jugador franquicia de la casa por razones de causas mayor, elEl partido no había madurado cuando el Atlético perdió a su principal referente en la primera parte en una acción brutal de Çetin. El central no se cortó y antes del descanso le propinó a Agüero una patada en la cara cuando ya se le escapaba con el turbo. El árbitro Gianluca Rocchi, muy permisivo y muy casero, ni siquiera pitó falta por más que el golpetazo obligó al cambio del Kun por el único delantero del Atlético en la reserva, Forlán. El descanso le vino de perlas aunque esa no fuera la impresión hora y media antes.
Al contrario que en la ida Quique Flores reservó de inicio al charrúa, que se pilló tal mosqueo que ni siquiera salió a calentar con sus compañeros. Si en el Calderón arrambló con todo y no se reservó nada pese a que la idea original era dar reposo al matador uruguayo y a Simão, anoche el técnico rojiblanco protegió más al equipo con Agüero como único punta. Algo renqueante durante la semana por un proceso gripal, el Kun naufragó solo contra todos, víctima de la impotencia y de las ayudas que le negaron el banquillo y sus compañeros. La primera intervención de Leo Franco llegó a los 26 minutos, en un centro de Antonio López intrascendente de no ser la primera llegada atlética. En la jugada siguiente Reyes chutó blando y desde muy lejos. Ese fue el caudal ofensivo del Atlético en todo el primer tiempo.Desbaratados los planes de Quique, con Agüero en la enfermería, la cosa no pintaba bien.Aunque el descanso le dio una tregua el Atlético no llegaba y parecía que sólo podría abrir la lata a balón parado. El Galatasaray se sabía la lección tras el libre directo de Reyes en la ida y evitó las faltas cerca de su área, y cuando las concedió Antonio López se encargó de desaprovecharlas, con Reyes a su lado con las orejas gachas, sin imponerse a los galones de la capitanía. Fue en esa fase cuando apareció Reyes, que estuvo colosal. El extremo andaluz estuvo mucho más enchufado que Simão, que arrastra un sin fin de partidos y que cuando nadie lo esperaba se sacó de la chistera un remate a pierna cambiada, con su pata de palo, la derecha, al palo largo imposible para el arquero del Galatasaray.
Fue el principio del fin del Galatasaray, por más que Keita igualara la contienda casi en la siguiente jugada. El africano aprovechó uno de los escasos errores de la defensa conectando a la red un testarazo con Asenjo vendido y que apenas tuvo faena. La igualada invitaba a una prórroga incendiaria por mucho que el Atlético mareara a su rival enseñando y escondiendo el balón. Pero por ahí andaba Reyes. Su lectura del juego buscando espacios imposibles, con un pase milimétrico al Bota de Oro, salvó al Atlético de la quema. Aunque la gloria se la llevara Forlán.
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