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El fútbol no perdona al Valladolid

El Osasuna, sin pulso hasta el final, culmina un partido agridulce que apenas sirve para las aspiraciones del Valladolid

Tiene por costumbre el nuevo técnico vallisoletano pedir perdón al fútbol cada vez que en un entrenamiento su equipo no rinde como él quisiera. La penitencia de Onésimo Sánchez tiene forma abdominal, convirtiendo así el castigo físico en ofrenda. En Pamplona vio que tal sacrificio no le sirve de mucho. En un partido en el que fue mejor, el fútbol no regaló al Valladolid una victoria que le habría sacado de los puestos de descenso.

Y eso que la fortuna parecía estar al lado de los suyos transformada en un poste vertical que repelió dos zarpazos de Nekounam y uno de Pandiani, que dejaron temblando estampa de Justo Villa.

En realidad no fue un partido muy diferente el que plantearon José Antonio Camacho y Onésimo Sánchez. Ambos equipos colocaron en el centro del campo un bloque destinado a repartir juego a las bandas donde dos lanzas, Camuñas y Keko trataban de perforar el área rival. La igualdad fue tal que minutos después de estampar Pandiani la pelota en el poste, Keko hacía lo mismo en la meta de Ricardo. Quizá allá encontrado el Valladolid una replica futurista aunque pelín verde, en la figura del menudo extremo madrileño. No se amilanó frente a Monreal y de sus botas salieron los regates más parecidos a los que hacía su entrenador varios años antes de que naciera.

OSASUNA 1 - VALLADOLID 1

Osasuna: Ricardo; Azpilicueta, Flaño, Sergio, Monreal; Masoud (Juanfran, m. 58), Puñal (Rúper, m. 84), Nekounam, Camuñas; Aranda (Galán, m. 74) y Pandiani. No utilizados: Roberto; Echaide, Josetxo y Calleja.

Valladolid: Villar; López (Marcos, m. 60), Arzo, Baraja, Del Horno; Keko, Lázaro, Borja, Sesma (Font, m. 86); Bueno (Medunjanin, m. 69) y Manucho. No utilizados: Fabricio; Navas y Nauzet Alemán.

Goles: 0-1. M. 79. Medunjanin. 1-1. M. 85. Camuñas.

Árbitro: Iturralde González. Amonestó a Juanfran, Monreal y Borja.

Reyno de Navarra: 19.100 espectadores.

No apareció Osasuna hasta que Medunjanin, que apenas llevaba cinco minutos en el campo, estampó el balón en la escuadra con un remate a bote pronto ante el que nada pudo hacer Ricardo. Parecía que las ofrendas visitantes habían calado allí por las alturas, pero, en un arranque de genio (algo que no había demostrado Osasuna hasta el minuto 85), Camuñas hizo bueno un centro blandito de Rúper y estableció el empate. Un resultado que de nada sirve al cuadro pucelano y que deja en Osasuna un sabor agridulce.

El jugador de Osasuna celebra su gol ante el Valladolid
El jugador de Osasuna celebra su gol ante el ValladolidEFE

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