Rooney rescata al United
Los de Ferguson tumban al City con un postrero gol del ariete que les guía a la final de la Carling Cup
Rooney es, indiscutiblemente, el nuevo rey del Manchester United. El delantero inglés, que el fin de semana marcó cuatro goles en la Premier, catapultó anoche a su equipo a la final de la Carling Cup con un gol en el tiempo de descuento frente al Manchester City en Old Trafford. Los de Ferguson terminaron imponiéndose por 3-1 y sellaron su billete a la final de Wembley. Ya desde el pitido inicial se trató de un derbi de alto voltaje en el que el equipo de Roberto Mancino buscaba su primera final copera en el emblemático estadio londinense desde 1981. Se lo negó el United, que el 28 de febrero se jugará el cetro con el Aston Villa, que ya había logrado el pase tras batir al Blackburn Rovers.
Fue un duelo que comenzó salpicado por el morbo -en la ida se produjo un intercambio de gestos políticamente incorrectos entre el argentino Carlos Tévez y Gary Neville- y en el que Ferguson optó en el centro de la defensa por el central inglés Rio Ferdinand. El City arrancó con fuerza un acto inicial que vio buenas ofensivas de la mano de los argentinos Pablo Zabaleta y Tévez, el hombre que firmó los dos goles de la victoria en la ida, y que pusieron en apuros al meta holandés del United, Edwin van Der Sar.
El extremo galés Ryan Giggs hizo lo propio para la formación de Old Trafford, con un tiro muy peligroso al borde de la media hora. Sin embargo, en líneas generales, a los Red devils, con el inglés Wayne Rooney como único punta, les costó crear ocasiones claras en la primera mitad. La plantilla local imprimió más presión sobre el once de Roberto Mancini, sin el brasileño Robinho -quien negocia su salida de esta entidad a un club brasileño-, y ese talante ofensivo se tradujo en un primer gol para los locales, que firmó en el minuto 52' el inglés Paul Scholes a un pase de Michael Carrick
El United recobró la forma y se puso por delante enfilado a la final. Carrick amplió la ventaja en el minuto 71', pero llegó la réplica de un luchador Tévez, que instantes después, remató un pase del galés Craig Bellamy para dar esperanzas a su equipo. No pudo ser. La revuelta de Tévez fue abortada por un Wayne Rooney imparable, que dijo la última palabra y metió, en el último minuto, a su equipo en la final de la Carling con el tercer gol del partido.
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