España empata con Francia
El equipo español realiza una memorable remontada, acaba imbatido la primera fase y entra en la segunda con tres puntos
Una remontada sensacional permitió a España salir de la primera fase del Europeo de Austria con la vitola de imbatido. La selección de Valero Rivera realizó una primera parte memorable a nivel defensivo, pero las tremendas dificultades que encontró en el ataque acabaron pasándole factura. La efectividad defensiva cayó y los franceses se fueron con cinco goles de ventaja (12-17). Quedaban 20 minutos de partido y la oscuridad parecía adueñarse de la selección española. Sin embargo, cuando logró asentarse de nuevo en el campo, Francia acusó el momento de dudas por el que pasando y abrió la puerta para que España le igualara e incluso dispusiera de un balón para asegurarse la victoria. El empate permite al grupo de Valero llegar a la segunda fase con muchas opciones de alcanzar las semifinales. Pasa con tres puntos, uno más que Francia... si el tercer equipo clasificado es finalmente Hungría.
España 24 - Francia 24
ESPAÑA: Hombrados (Sterbik), Gurbindo, Tomás(2), Aguinagalde (6), Juanín (6), Iker (1), Chema (1)-siete inicial-. A. Entrerríos (4), Prieto, R. Entrerríos (2), Ugalde, Malmagro (2), Mikel y Morros. Exclusiones: Prieto (dos veces) y Malmagro.
FRANCIA: Omeyer (Karaboue), Fernández, Dinart, Karabatic (5), Abaló (4), Sorhaindo (1), Guigou (2) -siete inicial-, G. Gille, B. Gille (4), Narcisse (2), Joli (4), Junillon (1), Bosquet (1) y Ostertag. Exclusiones: Fernández, Karabatic, Sorhaindo y Ostertag.
Marcador cada cinco minutos: 4-1, 6-4, 7-5, 9-7, 9-8, 10-10 (descanso). 11-13, 12-17, 14-18, 16-20, 20-21, 24-24.
Árbitros: Gousko y Repkin (Bielorrusia)
Unas 5.000 personas en el Arena Nova de Neustadt.
Hay una premisa ineludible en balonmano: si el ataque no funciona, la defensa lo acaba acusando. Eso fue lo que le ocurrió ayer a España. El ataque se encalló una y otra vez frente a la sólida defensa de Francia y, al final, el bloque defensivo español se resquebrajó. El partido se movió en los parámetros previstos. Francia no está en su mejor momento de juego y España intentó desestabilizar su ataque con una defensa muy agresiva y la aportación de Tomás como hombre adelantado. La calidad de la defensa española se hizo patente en dos hechos muy concretos: Karabatic no marcó más que un gol en todo el primer tiempo, y España no sufrió ninguna exclusión en 30 minutos. Ni siquiera la potente primera línea francesa consiguió romper la unidad del cerrojo planteado por Valero Rivera. Los apoyos entre los defensores españoles eran constantes, era como un bloque que se movía al unisono, cerrando espacios, saliendo a los nueve metros, sin ninguna concesión.
El problema fue el ataque. A España le costó encontrar canales para colarse en una defensa francesa que partiendo del 6-0 se iba convirtiendo en un agresivo 3-2-1, cubriendo la línea de circulación. Con dos hombres de 2 metros y más de 100 kilos en el centro -Sorhaindo y Dinart- ahí no había quien entrara. Sin embargo, los centrales españoles parecían obsesionados en buscar soluciones por el centro. Era imposible. Y detrás estaba un omnipresente Omeyer para cerrar los huecos. El ataque se encallaba, había pérdidas de balón, faltas de ataque, errores en los pases y muchas bofetadas. Los brazos de Romero y de Alberto Entrerríos comenzaron a encojerse y su porcentaje de aciertos disminuyó.
Como consecuencia, la adrenalina del equipo fue cayendo y la defensa lo acabó acusando. Francia se fue de cinco goles en el marcador en los inicios del segundo tiempo y esa diferencia parecía definitiva. Le costó a España recuperar la entereza. Pero cuando lo logró, Francia acusó su mal momento y comenzó a cometer errores que potenciaron el contragolpe, devolvieron la confianza a los lanzadores y permitieron igualar el marcador. Con 24-23 en el último minuto, España recuperó el balón y tuvo la posibilidad de decidir el partido. Pero un error de pase permitió a Francia, campeón olímpico y mundial, salvar la cara con un empate.
Rivera: "Hemos demostrado que tenemos talla"
El seleccionador español de balonmano, Valero Rivera, no ha podido ocultar su satisfacción por el empate cosechado ante Francia, tras remontar una desventaja de seis goles en la segunda parte, lo que como resaltó el técnico habla del auténtico potencial del equipo español. "Hemos demostrado que tenemos talla, lo demostramos en los dos primeros partidos y, sobre todo, lo hemos demostrado, por que lo fácil cuando perdíamos de seis goles y siendo esto una liguilla era venirse abajo, pero el equipo ha creído y ha remontado seis goles, al que para mí sigue siendo el mejor equipo del mundo", ha señalado Valero.
Una remontada que como ha destacado el preparador español tiene más mérito si cabe, ya que en ella tuvieron un papel protagonista jugadores que en esos momentos estaban en el banquillo, lo que habla de la calidad del plantel español. "Lo mejor es que hemos podido remontar con muchos jugadores. Estoy muy contento por ello, porque perder de seis con Francia, que ha hecho su mejor partido, y poder levantar esa desventaja con gente que estaba en el banquillo, eso tiene mucho mérito".
Un empate que permite a España acceder a la segunda fase como primera del grupo D y con tres puntos en su haber, aunque quizá lo más importante, como insistió Valero Rivera, está en la forma en que se han logrado esos resultados.
"Hemos pasado con tres puntos y de qué forma, ganando el primer día de doce a la República Checa, el segundo de nueve a Hungría y hemos levantado seis goles ante el campeón olímpico y mundial. Motivos suficientes para seguir creyendo en este equipo", ha concluido Rivera.
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