El árbitro que no vio la mano de Henry reconoce que ha pensado en retirarse

Martin Hansson, el árbitro sueco que pitó el encuentro entre Francia e Irlanda que supuso la polémica clasificación de la selección gala para el próximo Mundial, ha afirmado que la jugada antirreglamentaria de Henry que decidió el partido fue "mala suerte" y que no tuvo la culpa porque tenía jugadores en medio que le obstruían la visión. El colegiado ha realizado estas declaraciones al periódico sueco Sydöstran donde ha asegurado que el incidente le hizo plantearse la retirada tras ocho años como árbitro internacional. "¿Vale la pena este trabajo todas las cosas denigrantes que tengo que escuchar? Quizás esto no es lo mío'', se ha preguntado Hansson, que ha agregado que incluso la casa de sus padres ha sido rodeada por fotógrafos.

Aunque la mano se vio claramente en las repeticiones de televisión, ni el árbitro ni su asistente la vieron y el gol fue válido. Irlanda apeló para pedir una repetición del partido, pero la FIFA rechazó la solicitud. Hansson, de 38 años, que comenzó su carrera profesional como árbitro en 1992, ha explicado que él y sus asistentes no tienen la culpa por el incidente porque todos tenía la vista obstruida.

"Sé que no fue culpa mía. Fue un suceso desafortunado que tuvo grandes consecuencias para Irlanda, pero no fue culpa mía ni del cuerpo de árbitros'', ha insistido Hansson. "Primero pensé que todo el escándalo era por el gol, pero no lo era''.

A pesar de los malos momentos que ha vivido durante una semana el colegiado desechó tal posibilidad de retirarse porque se dio cuenta "de todo el apoyo que he recibido, y de que no fue culpa mía". Eso sí, ha lamentado que "tuvo grandes consecuencias para Irlanda".

Hansson tiene previsto volver a pitar en la Liga de Campeones el 8 ó 9 de diciembre, una noticia que le ha hecho sentirse bien, por tener "un partido tan pronto después de este episodio tan desafortunado. Pero lo mejor de todo ha sido el apoyo que he tenido de jugadores y directivos''.