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LIGA DE CAMPEONES | Atlético 2 - Chelsea 2

Adiós con la cabeza alta

El Atlético ofrece una imagen mejorada ante el Chelsea, pero cae eliminado

El Atlético de Quique Flores empezó a remontar el vuelo ni más ni menos que ante el ogro de la Premier, el Chelsea, forrado de músculos, el nuevo rico avalado por Roman Abramóvich, el mismo al que Drogba rescató tras afrontar la cita a medio gas, más pendiente del pulso con el Manchester United del fin de semana que de apuntillar a los rojiblancos. El cuadro de Ancelotti selló su clasificación para los octavos de la Champions, lo contrario que el Atlético, que se jugará la tercera plaza, que consuela con la Liga Europa, con el Apoel. Un potosí para un equipo que se conforma con la pedrea, un mal menor en la noche que coronó, tras mes y medio de asueto, a Agüero.

Con más espíritu que fútbol, el Atlético siguió adelante con su catarsis mejorando su imagen desmochada de los últimos tiempos. Apenas han pasado 10 días y la mano del sucesor de Abel Resino, aunque sea de barniz, ya se nota. Con Agüero ejerciendo de gran timonel, apeló a la épica en unas circunstancias que requerían un acto de fe. Nadie mejor que la grada del Calderón para hacerla realidad. La llamada de Quique, que reclamó el calor del público con la boca pequeña, pensando que la entrada en octavos era una utopía, contagió a los jugadores.

Atlético de Madrid 2 - Chelsea 2

Atlético de Madrid: Asenjo; Perea, Pablo, Juanito, Antonio López; Reyes (Maxi Rodríguez, m. 72), Assuncao, Cléber Santana, Simao (Jurado, m. 82); Forlán y Sinama Pongolle (''Kun'' Agüero, m. 53).

Chelsea: Cech; Belletti (Deco, m. 69), Álex, Terry, Ashley Cole; Joe Cole, Essien (Ballack, m. 59), Lampard, Malouda; Kalou (Anelka, m. 69) y Drogba.

Goles: 1-0, m. 66: Agüero engancha un rechace en el área. 1-1, m. 82: Drogba, de cabeza. 1-2, m. 88: Drogba, tras un rechace de Asenjo. 2-2, m. 91: Agüero.

Árbitro: Bjorn Kuipers (Holanda). Amonestó a los locales Reyes (m. 25) y Paulo Assuncao (m. 33) y a los visitantes Essien (m. 16) y Terry (m. 86). Incidencias: partido correspondiente a la cuarta jornada del grupo D de la Liga de Campeones, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 45.000 espectadores.

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Y eso que el preparador dio carrete a tres futbolistas bajo sospecha. Empeñado en subir la moral de toda la tropa, colocó a Perea en el carril derecho en vez de Ujfalusi, a Reyes por Maxi y a Sinama de pareja de Forlán. Quique ni se lo pensó en cuanto supo de los problemas en el pubis del Kun, al que se reservó para la segunda parte. Embarrancado en la Liga y con la visita del Madrid amenazando en el horizonte, fue la excusa perfecta para dar reposo a Agüero, que había cambiado las gambetas y las pillerías de ratón por un fútbol monocorde e insípido. Su pobre rendimiento en lo que va de curso, con dos goles en el zurrón y los últimos ocho partidos sin ver puerta en una inquietante sequía que sobrepasaba los 600 minutos, lo decían todo. Hasta que, por fin, reapareció. Lo hizo de manera encomiable, anotando dos goles al único equipo que seguía virgen en la competición.

El que continúa sin tirar cohetes es Sinama, el gran damnificado de la noche. Incapaz de regatearse a sí mismo, la defensa del Chelsea se lo merendó con Terry al frente. Con alguna cana que otra y más lento que el francés, el central, que sabe más de todo por viejo que por diablo, demostró anoche, hasta la salida a escena del Kun, por qué es el zaguero mejor pagado. Aun así, pese al cartel del rival, el Atlético salió encorajinado, como siempre, y terminó de una pieza, digno y con el cuchillo entre los dientes, cosa inaudita, precisamente cuando el Chelsea, con Drogba a la cabeza, tocó la corneta. Enchufadísimo arriba y atrás en su regreso a la máxima competición tras sus pecados de chico malo contra el Barça en las semifinales de mayo, el marfileño cantó bingo tras otros dos despistes defensivos en un córner al segundo palo y a puerta vacía, con los que agrandó sus estadísticas.

Lo mismo que Agüero, que abrió el marcador mandando a la red un rechace tras un centro de Antonio López. La acción fue dentro del área, una noticia muy gratificante para el Atlético, muy abusón en los remates lejanos. En particular, Forlán. Sin paciencia para nada, con las orejeras puestas a los desmarques de sus compañeros, el bota de oro está tan confiado, o tan desesperado, que chuta cada vez que recibe el balón. Mientras recupera el tono, el Kun le reemplazó cerrando su actuación con un libre directo que sorprendió a Cech. Más allá de una ocasión lejana de Reyes, que le obligó a desempolvar los guantes, el portero checo pasó una noche plácida. Hasta que Agüero salió al tapete, el extremo andaluz, que probó suerte chutando a la escuadra contraria, fue con Simão de los más destacados.

Tampoco desentonaron Assunção y Cléber, por mucho que Essien les echara el lazo. Para muestra, un botón. El hombre escoba brasileño entró en falta al ghanés, una ensalada de músculos, y tras chocar con su corpachón terminó por los suelos. La contundencia de Essien abrió el horizonte a Lampard, que, aunque no terminó de conectar con los puntas, obligó al Atlético a jugar al contragolpe y a balón parado, territorio idóneo para Agüero, artífice de un empate que deja al Atlético en el limbo, que ya es mucho, y que le sirve para lamer sus heridas y recuperar sensaciones. Algo es algo.

Agüero celebra un gol
Agüero celebra un golEFE
Vídeo: VNEWS

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