Filipe desatasca al Deportivo
El brasileño castiga al Málaga en un partido sin fluidez
Filipe es ante todo un buen muchacho, un brasileño sin pedigrí en su país al que los focos alumbraron este verano cuando Guardiola le reclamó para el Barcelona. Lendoiro se hizo el interesante, el Barça se fue a por Maxwell. Fue entonces cuando, casualidad o no, Dunga reparó en él. Todavía no ha debutado en la canarinha, pero ahí anda, de meritorio en las últimas convocatorias. Ayer su gol le dio el triunfo al Depor.
Filipe desatascó un partido enquistado. Siempre está presente la tentación de sucumbir al poder del músculo y armar un medio campo de fajadores, tipos con cuerpo de centrales y corto panorama. Cuando los dos técnicos optan por esa solución lo más probable es que el fútbol se convierta en un trasteo insulso. Es el recurso al pelotazo y a él se abandonaron durante largos tramos del partido Málaga y Deportivo. Se les vio incómodos, sin fluidez.
Deportivo 1 - Málaga 0
Deportivo: Aranzubia; Laure, Zé Castro, Lopo, Filipe; Juca, Juan Rodríguez; Pablo Alvarez (Adrián, min.60), Valerón (Mista, min. 78), Guardado; y Riki (Lassad, min.70).
Málaga: Munúa; Gaspar, Jesús Gámez, Weligton, Mtiliga; Valdo, Xavi Torres (Obinna, min. 83), Juanito, Duda (Luque, min. 72); Forestieri (Benachoir, min.53) y Baha.
Goles: 1-0, min. 82: Filipe Luis.
Árbitro: Turienzo Alvarez, del Colegio castellano-leonés. Mostró amarilla a Gaspar (min.24), Valdo (min.32), Mtiliga (min.56), Benachoir (min.71) y Munúa (min.79), por parte del Málaga; y a Pablo Alvarez (min.33) y Riki (min.44) por parte del Deportivo. Incidencias: partido de la segunda jornada del campeonato nacional de Liga disputado en el estadio de Riazor ante unos 16.000 espectadores.
Lotina repitió esquema y protagonistas del Bernabéu, pero la exigencia era diferente, había que conducir la pelota y armar fútbol. Juca es un motorcito útil, un medio que pega y resta, pero que al lado de Juan Rodríguez apenas suma. Por ahí se le pueden encender las alarmas al Depor porque Lafita ya no habita en Riazor y Pablo Álvarez, bullidor, pero inconstante, aún tiene que demostrar que puede llegar a su nivel. Se agarró el Deportivo a la calidad de Valerón y a su conexión con Riki. El Málaga se defendió con cierta comodidad y sólo atisbó el desastre al cuarto de hora del inicio cuando una internada de Guardado acabó con un testarazo de Pablo Álvarez que repelió Munúa. Puso argumentos el Dépor para ganar, pero tuvo que ser un lateral el que le diera la victoria con un gol para enmarcar que castigó la mezquindad del Málaga.
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