Triple de campeonato de LeBron James

El último segundo lo cambió todo. A LeBron James le valió un fogonazo que pasará a la historia de los playoffs para salvar a los Cavaliers, poco menos que en la tumba de la final de Conferencia Este. Pero se sacó de la chistera un triple inverosímil, milagroso, salvador, poco menos que imposible, y rescató para su equipo un partido que los Magic de Orlando creían tener ya ganado y más que ganado. Hubiera puesto el 0-2 en la final y hubiera dejado a los Magic con el mango de la sartén para rematar en su cancha de Orlando y para confirmar la mayor sorpresa de los últimos tiempos al dar cuenta del mejor equipo de la temporada y el mayor candidato al título.

En esas estaban los Magic tras haber remontado una desventaja de 23 puntos en el primer tiempo y en plena repetición de su brillantísimo final del primer partido. Con una canasta triple y otra de dos puntos consecutivas de Turkoglu le habían dado la vuelta al marcador favorable por 93-90 a los Cavaliers después de un triple de Mo Williams cuando faltaba un minuto y medio para la conclusión. Cuando Turkoglu anotó el último lanzamiento de los Magic quedaba nada, un segundo. Pidieron los Cavaliers un tiempo muerto, sacó de banda desde el lateral Mo Williams, se la dio a LeBron James y éste, pese a tener a Turkoglu delante, se levantó desde algo más de siete metros y envió el balón al centro de la red justo en el momento en que sonaba la bocina y se encendían las luces rojas en el contorno de la canasta defendida por los Magic. Un triple para la historia.

Ese triple redimió del mal final de partido de LeBron que, cuando su equipo ganaba por 93-90 falló dos acciones consecutivas: una penetración en la que recibió un tapón de Howard, lo que permitió a Turkoglu empatar con un sensacional triple, y unos pasos a medio segundo para el final que permitieron de nuevo que el alero turco demostrara su enorme clase con una canasta desde cinco metros. Daba carpetazo al partido. O eso se creyó. Pero quedaba un segundo. LeBron James, el rey de la NBA, no había dicho su última palabra.

El partido fue muy parecido al primero. Los Cavaliers volvieron a dominar, por momentos incluso avasallaron y lograron una ventaja de 23 puntos. Pero los Magic reaccionaron y de la mano de Turkoglu, Howard y Lewis, además de la aportación de Pietrus, sobresaliente de nuevo en su marcaje a LeBron James, lograron ponerse por delante en el marcador por primera vez cuando faltaban algo más de cinco minutos para el final. A partir de ese instante, el toma y daca fue tremendo y pareció primero que Mo Williams había decantado la balanza para los Cavaliers (93-90), luego dio la sensación de que los fallos de LeBron combinados con los cinco puntos consecutivos de un letal Turkoglu habían resuelto para los Magic. Hasta que llegó ese último segundo en el que el rey de la NBA lo cambió todo y rescató de la tumba a los Cavaliers. LeBron James concluyó con 35 puntos, cuatro rebotes y cinco asistencias, secundado por los 19 puntos de Mo Williams y los 12 de West e Ilgauskas. En los Magic, Rashard Lewis fue el máximo anotador con 23 puntos y Dwight Howard se quedó en 10, aunque capturó 18 rebotes, mientras que Turkoglu anotó 21 puntos.

El tercer partido de la final del Este, al mejor de siete, se disputa en la madrugada del lunes (2.30, Digital+) en Orlando. En la madrugada del domingo (2.30, Digital+) se disputa en Denver el tercer partido de la final del Oeste entre los Nuggets y los Lakers también empatada a uno.

Cavaliers 96 - Magic 95