Victoria con suspense

Un gol para la polémica, de los que se denominan fantasmas, dio la victoria al Villarreal y mantienen vivas las esperanzas de volver a estar en la Liga de Campeones. Cani, tras un par de recortes, picó con suavidad el esférico a la salida de Riesgo . Difícil resultó adivinar si el posterior despeje de Lamas se encontraba fuera o dentro de la portería. A instancias del linier, el árbitro González Vázquez, concedió el tanto del aragonés y validaba la remontada del conjunto castellonense ante un deprimido Recreativo cuya salvación se presume inviable. No consiguió nada ante un rival corto de efectivos y justo de fuerzas que añora las ausencias de Cazorla y Senna.

El ambiente relajado y mudo de El Madrigal, más propio para una sala de cine que para un estudio de fútbol, seguramente invita al sesteo. El Villarreal tampoco se ha caracterizado nunca por los comienzos apasionantes e intensos. Los inicios de los partidos requieren concentración. No atendió a tal fundamental precepto el Villarreal que en apenas un minuto ya había encajado un gol. Camuñas aprovechó un balón suelto en el área que la defensa amarilla eternizó en despejar. El más listo del Recre lo convirtió en gol, seguramente uno de los más feos que habrá conseguido en su carrera. Aturdidos y acomplejados, sin nadie que asumiese más responsabilidades de las justas, nada hacía presagiar un viraje en la situación del Villarreal.

No había referencias válidas. Perdido Ibagaza en una posición ambigua, ni de creativo ni de enganche, el inicio del juego amarillo quedó para Eguren, poco dado a tales menesteres. Poco ayudaban sus compañeros. Nadie se ofrecía. Sin referentes válidos, expuesto al desastre quedó el Villarreal, mejorado con la presencia de Pirès en el segundo acto y que se topó con un rival limitado como pocos. El Recreativo pensó que con arroparse y estar ordenado le alcanzaría ante un desquiciado rival. No contó el conjunto de Huelva con que las musas son caprichosas y aparecen en cualquier instante y circunstancia. Un pase vertical y preciso al espacio, lo resolvió Llorente con un toque sutil por encima de Riesgo.

Nada revitaliza tanto como un gol. Capaz se sintió el Villarreal de cambiar la dinámica y el resultado, a la vez que aumentaron los temores de un atemorizado Recreativo. A nadie conformaba el marcador. Con el empate se hacían ambos la puñeta. Decidió para el Villarreal Cani. Con suavidad y suspense.