El espejo de Rudy
Orlando Sánchez, jugador de la liga EBA, inspiró uno de los mates que baraja el español para el All Star
Su móvil no ha dejado de sonar los dos últimos días, pero lo atiende gentilmente con voz todavía somnolienta después de una intensa noche de Play Station y palomitas. "Esto es incríble, no me lo esperaba". Hasta hace poco, su nombre pasaba desapercibido entre las extensas listas de jugadores anónimos que integran la liga EBA, pero hoy, Orlando Sánchez tiene sello propio en el mundo del baloncesto. Un obra de arte con copyright. El pasado fin de semana, el blogger oficial de los Portland Trail Blazers descubría las intenciones del español Rudy Fernández, que ensaya un mate espectacular para la próxima edición del All Star que se celebrará el 15 de febrero en Phoenix. Una jugada que, según Orlando, "nació fruto de la improvisación", aunque algunos la comparan con el virtuoso regate que hizo el brasileño Djalminha, ex del Deportivo, a los defensores del Real Madrid hace unos años.
Orlando exhibió la jugada durante un concurso celebrado en 2006 en Pamplona
"Rudy debe practicar mucho el mate porque no es nada fácil que salga"
El mate consiste en elevar el balón con los pies, lanzarlo al aire directo a cancasta y machacar a dos manos
Este joven dominicano aterrizó en España con dieciséis años sin apenas saber jugar al baloncesto. Llegó de la mano de su padre para estudiar y labrarse "un futuro mejor", pero ahora milita en el Hellín de Albacete. Orlando ha dejado de lado los libros y el béisbol, su otra gran pasión, y ha apostado decididamente por el basket. "Me gustaría estudiar. De hecho, el club me propone algunos cursos, pero en el futuro quiero vivir de esto", reconoce. "El chico es muy humilde, sensato, pero tiene unas dotes físicas impresionantes y quizá pueda dedicarse profesionalmente al baloncesto en un futuro", señalan desde el club. De momento, se ha hecho un hueco en los medios gracias al mate que ensaya Rudy Fernández en la cancha de entrenamiento de los Blazers.
Orlando no sabe de dónde ha sacado Rudy la idea. "Habrá visto el vídeo en YouTube, pero no lo sé seguro. A mí se me ocurrió con la ayuda del que por entonces era mi entrenador, José María Urabayen. Después de un entrenamiento, me dijo que me inventase algo para un concurso de mates en Navarra. Nos pusimos a hacer tonterías con el balón y al final salió". En la final, disputada en 2006, Orlando tuvo un vibrante mano a mano con su contrincante, que puso el listón muy alto con un mate en el que saltó por encima de un compañero tumbado en un banco. El concurso parecía suyo, pero el dominicano se guardaba un as en la manga. Orlando posó el balón cerca de la línea de 6,25. Corrió hacia él, lo enganchó entre las dos piernas, lo lanzó al aire directo a canasta y machacó a dos manos. El pabellón se vino abajo.
"¿Lo de Rudy? Un orgullo"
Desde entonces, el jugador ha progresado mucho. "Quiero que la gente me reconozca por mi juego, no sólo por mis mates". Pese a todo, se muestra orgulloso de que se asocie su mate al de Rudy. "Es todo un honor que un jugador de su categoría se haya fijado en mí". Orlando, cuyo ídolo es Michael Jordan, admite que "si no juegas al fútbol, es difícil elevar el balón y que vaya en la dirección correcta, pero tengo entendido que Rudy tiene bastante habilidad con los pies. Debe practicarlo mucho, porque no es fácil que salga". Para él, "un buen mate debe ser una combinación de fuerza, técnica y habilidad". Tres características que reúne Vince Carter, el jugador que más le ha impresionado a la hora de pulverizar los aros. "Me encanta el mate en el que se queda colgado del hombro. Yo también puedo hacerlo".
Pese a su repentino protagonismo, Orlando asume con naturalidad la situación y admite que ahora es objeto de burla por parte de sus compañeros de vestuario. "Bromean constantemente conmigo durante los entrenamientos. Me gritan: ¡McGrady! ¡Pasa la bola! Y cosas de ese tipo". Mientras, desde el club apuntan que "toda esta historia nos está costando dinero. Vienen muchos medios de comunicación para grabar al chico, pero no ha recibido ninguna compensación y hemos tenido que hacernos cargo nosotros. De todos modos, lo importante es que esté contento. Para alguien como él, el mero hecho de recibir este reconocimiento es suficiente". A partir de ahora, Orlando espera triunfar en el baloncesto como lo está haciendo su mate.
