Alonso: "Renault no está bien en ningún sentido"

Apenas quedan esperanzas para Fernando Alonso en la actual temporada. El piloto de Fórmula Uno afronta este fin de semana el Gran Premio de Hungría con bastante menos optimismo que hace cuatro meses, cuando se dio el pistoletazo de salida en Australia. Carrera a carrera, su coche no ha sido capaz de emular el R26 de hace dos temporadas, en la que incluso salía airoso de los envites con un Ferrari gobernado por un heptacampeón. Ahora, el asturiano es realista. "La congelación de los motores nos ha perjudicado. Mientras el resto de equipos ha evolucionado con 30 o 40 caballos (de vapor) más, Renault ha sido más legal y no ha mejorado nada", valora Alonso para justificar el retraso en el desarrollo de su bólido. "No estamos bien en ninguno de los aspectos", apostilla.

De hecho, Alonso no cree en la victoria desde su paso por Montmeló. Al principio albergó esperanzas de codearse con BMW y subir al podio, pero el octavo puesto en Malaisia, su décimo en Bahréin y la retirada en España le devolvieron a una realidad en mitad de la parrilla sin que la suerte o los milagros le relanzaran al cajón. Un campeón en mitad de la tabla. "El resultado fue "regulín", se limita a decir Alonso, a quien ya no sorprenden nada los resultados del R28. "Con media temporada, llegas a un Gran Premio y ya sabes lo que te espera", añade, resignado, el ovetense.

Sin más sorpresas que una tarta de cumpleaños para celebrar su vigésimo séptimo aniversario, Alonso finalizó su compromiso publicitario con Cajastur y se marchó directamente a Hungaroring, el circuito que le convirtió en el piloto más joven de la historia en subir al podio por primera vez a bordo de un Fórmula Uno. Cinco años después, la estadística agudiza aún más la mala trayectoria de Alonso en 2008.

El 24 de agosto de 2003, con el mismo equipo y la misma lucha en la cabeza de la clasificación (El Ferrari de Michael Schumacher lideraba el Mundial con dos puntos de ventaja sobre Kimi Raikkonen, entonces de McLaren, y 11 sobre Juan Pablo Montoya, de BMW), Alonso mantenía la pugna por la parte media de la tabla con 54 puntos. Este año sólo suma 13. Hungaroring, territorio de paradojas casi tan irrepetibles como la victoria de Jenson Button en 2006, abre su edición con el recuerdo de la pérdida de la 'pole' de Alonso en los despachos. El cisma Alonso-Hamilton llegó a su punto álgido cuando el equipo decidió que el asturiano tendría una vuelta más que el británico en la calificación y éste se quejó ante los comisarios. La FIA interpretó que McLaren mantuvo a Alonso durante 20 segundos de más en boxes "para retrasar la entrada en el pit" del piloto inglés, y el español perdió la 'pole' y cinco puestos. Hamilton salió primero y ganó la carrera, aunque al equipo le fueron anulados todos los puntos obtenidos el domingo.

Hungría, la cuna de Alonso

Sin tiempo para sorpresas, Alonso llega a Budapest, al menos, con esperanza y ganas de seguir trabajando. "Tarde o temprano espero volver a la senda de las victorias", resumió un Alonso que desconoce o esconde cuál será su futuro para el próximo año. Recientemente, Flavio Briatore, patrón de Renault, declaró en Italia que el bicampeón seguiría con ellos un año más. Alonso se limitó a decir lo de siempre. "No sé qué pasará".

¿Dará tiempo ver a Renault en el lugar pensado por Alonso a principios de año? Hay que esperar. Queda un fin de semana arduo. La huella de Nelsinho Piquet, su compañero, en el podio de Hockenheim constató que, si se forja una buena estrategia puede obtenerse un buen resultado. La salvación para una temporada nefasta en la escudería del rombo. A favor, Alonso cuenta con la liberación de presión, la certeza de saber que de la primera a la sexta plaza es un nuevo éxito. En contra, la exasperación por no ver culminados una vez más los esfuerzos del equipo en el podio.

Por delante seguirá la pelea. Fernando Alonso descartó a Robert Kubica en la lista de candidatos al título, pero el polaco saldrá dispuesto a zanjar el mal trance que atraviesa desde su victoria en Canadá. Quinto en Francia y séptimo en Alemania (retirado en Gran Bretaña), Kubica dispone de una oportunidad más para acercar su coche al McLaren de Lewis Hamilton, líder a cuatro puntos del Ferrari de Massa dispuesto a firmar su hat-trick de victorias. La firma del cavallino insiste en que no hay crisis apoyándose en que la estadística es mejor que la de 2007 y que son líderes en la clasificación de Constructores. Pero Maranello ansía un revulsivo, un golpe de autoridad que devuelva a sus dos pilotos al frente de las carreras, y no hay mejor lugar que el asfalto balcánico, donde el equipo rojo no reina desde la última victoria de Schumacher en 2004.

Alonso lidera el ranking de los más famosos del mundo en Fórmula 1 (lalistaWIP)

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