A una victoria de ser la segunda mejor selección en la historia del torneo
España, con un título, disputa su tercera final, mientras que los alemanes son los reyes de la Eurocopa : tres coronas y dos subcampeonatos
Si España vence en Viena, habrá hecho historia por varias razones y números. Para empezar habrá ganado en un mismo campeonato a Italia -que tiene cuatro Mundiales y una Eurocopa- y a los alemanes -tres y tres-, lo nunca visto. Casillas levantará el torneo de la 13ª edición, un mal fario para un supersticioso como el seleccionador, Luis Aragonés. Veinticuatro años después los españoles jugarán otra final, la última fue la de la pifia de Arconada, contra Francia, y se perdió 2-0. Una victoria del once de Aragonés igualaría el mejor puesto 44 años después: en 1964 se cumplían cinco lustros de Franco en el poder, y un gol de cabeza conseguido por Marcelino dio el único título del que puede presumir la selección nacional, 2-1 ante la URSS.
Hay otro dato para soñar: los alemanes alternan victoria y derrota en las finales de Eurocopa. La última vez ganaron, así que ahora la estadística, esa molestia que no sirve para nada, dice que les toca perder. Si España triunfa, se convertirá en el segundo mejor equipo en la historia del torneo, precisamente por detrás de los teutones.
Alemania tiene su dominio en el continente: tres títulos y tres finales, contando ésta. El primer campeonato lo logró la entonces República Federal de Alemania en 1972, en Bélgica, al vencer 3- 0 a la entonces URSS. Dos años después los alemanes dominaron el mundo al ganar el Mundial en su casa a la naciente naranja mecánica. Para el segundo título europeo sólo tuvieron que esperar a 1980, con Italia de anfitriona. Ganaron a una Bélgica que desesperaba por su forma de jugar: continuos fueras de juego que convertían sus partidos en un tostón. La tercera Eurocopa llegó en 1996, en Inglaterra, en una final con gol de oro contra la República Checa. Este título olía a revancha de la primera final que perdieron los alemanes, la de 1976, en los penaltis contra la entonces Checoslovaquia y, sobre todo, contra Panenka, que marcó el famoso penalti de vaselina, vacilón y con clase. Los alemanes han perdido otra final: en 1992 contra Dinamarca, en la Euro de Suecia. Otro vacile, porque los daneses habían ido de invitados al torneo tras la expulsión de Yugoslavia, envuelta en guerras de extinción.
Por detrás de Alemania está Francia en la clasificación histórica, con dos Eurocopas de dos finales, una efectividad casi germánica. Por desgracia, el primer título galo llegó en 1984 contra España, con Platini como estrella y goleador insuperable, por ahora, del torneo, con nueve goles. La segunda corona fue contra Italia en 2000, con gol de oro. Rusia es la tercera mejor selección, con un título, el primero que se jugó, y tres subcampeonatos, siempre como URSS. Desde el fin de la era soviética, Rusia no ha asomado a ninguna final. Así que, si España gana a Alemania, tendrá dos títulos, como Francia, y además un subcampeonato, lo que nos dejaría en el segundo puesto de la clasificación histórica de la Eurocopa.
Italianos y checos, un título
Pero antes del encuentro, hay dos selecciones empatadas con España: Italia y la República Checa , con un título y una final perdida cada una. Este palmarés deja claro que a los azzurri les van los Mundiales, y eso que es el país, junto a Francia y Bélgica, que más Eurocopas ha organizado, dos cada uno. En este apartado, sólo tres selecciones han aprovechado el jugar en casa para hacerse con el título: España, Italia y Francia, por orden cronológico. Aunque el caso de Italia fue muy italiano: en el partido de semifinales empataron con la URSS , prórroga y nada. Así que una moneda al aire decidió que el equipo transalpino disputara la final que después ganó.
Con un título figuran Holanda, Dinamarca y Grecia, que al menos han ganado todas su única final. Yugoslavia jugó dos y las perdió; Bélgica y Portugal tienen cada una un subcampeonato. Finalmente, el fútbol de las islas británicas, los inventores del balompié, no saben ni lo que es llegar a una final de la Eurocopa. No obstante, a los ingleses siempre les quedará el título mundial que ganaron en casa, eso sí, con algunas ayudas arbitrales en la final, en la que derrotaron, otra vez ellos, a Alemania.
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