Getafe aprende a esperar
Los aficionados del equipo 'azulón' son forzados a rumiar una nueva derrota, ahora tras perder la Copa del Rey
Esta noche Joaquín, de 12 años ha perdido la fe en su equipo. Lo ha hecho de la forma más dolorosa. Su equipo, el Getafe le hizo soñar de nuevo con ganar la Copa del Rey. Pero después perdió. "Como siempre, ya perdí la cuenta", dijo el hincha en ciernes. "Joaquín, no vamos a perder", aseguraba su tía Ana, cerca de la pantalla de un bar. Pero eran pocos los momentos en que el chaval levantaba la mirada a la pantalla.
Fuera del bar en el que el joven veía a los azulones, un millar de getafeños se reunieron frente al Ayuntamiento de esta localidad madrileña con al esperanza de resarcir la derrota de la UEFA ante el Bayern. Pero esta noche no hubo épica ni garra de los once del Geta. "Han estado muy flojillos", dice Maite, que asegura estar con el equipo a muerte. Abandona la plaza de la Constitución con sus hijos de la mano. "La noche fue genial, el resultado fatal pero el ambiente muy bien", subraya.
El equipo ché no fue el único en incordiar al Geta. Primero la lluvia provocó una coreografía de paraguas entre la multitud apiñada. La lluvia amainó, pero no la ofensiva del equipo rival. "¡El Valencia a segunda va!", gritaban en los alrededores. Pero cayeron dos goles tempraneros. "¡Siempre nos pasa lo mismo!", decía Marta, de 17 años mientras su grupo, todos vestidos de azul le pedían que no llore por la derrota. La plaza se va quedando vacía.
"Otra vez con la miel en los labios", decía Teresa. ¿Se está acostumbrando el Getafe a perder? "¡No!", dice con énfasis, "a eso no se acostumbra uno nunca". No vio el partido en la plaza. Pero como todos esta noche parece tener que hacer una escala por aquí para llegar a su casa. De su mano camina Miguel Ángel, de 6 años. "Está afónico desde las cinco de la tarde", responde su madre, quien reprocha a la afición del Calderón "no haber estado tan animados" como aquí.
"Aunque lo parezca no nos gusta sufrir", bromea Enrique, un vecino. Dice que es más aficionado al club que al fútbol. Ha visto el partido desde el optimismo puro. "Me ha dolido más la derrota con el Bayern porque allí teníamos el triunfo", reflexiona.
"Pero siempre estaremos orgullosos", decía un premonitorio vídeo que el Ayuntamiento reprodujo una y otra vez en la pantalla gigante. Las escenas del partido de cuartos de final de la UEFA eran intercaladas con Léonidas, el líder de los espartanos de la película 300. Pero nadie ha ayudado al Geta hoy. "Ya ves, nos encomendamos a San Judas Tadeo, patrón de los imposibles, pero nada", dijo una vecina.
Al sonido de los petardos que tenían que usarse la marea ha abandonado la plaza por la calle Madrid. Saldrán a la Cibelina , donde el festejo tendrá que ser guardado para una nueva ocasión. Lo que comenzó siendo una fiebre celeste ha terminado con una nostalgia azul.
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