El Sevilla sale con vida de Estambul
El equipo hispalense cae ante el Fenerbahçe, pero obtiene dos goles que pueden ser decisivos
El Sevilla no supo aprovechar su superioridad técnica ante el Fenerbahçe y cayó 3-2 en el feudo estambulí de los turcos, invictos en casa durante la presente Liga de Campeones. Los de Manolo Jiménez fueron superiores técnicamente a los de Zico pero los 'canarios', como se conoce al Fenerbahçe por su mascota, enseñaron las uñas y aupados por su hinchada consiguieron la victoria. No es tan duro el infierno turco como lo pintan y, aparte de protestar duramente algunas decisiones del árbitro, los turcos se comportaron correctamente, por lo que la derrota sevillista sólo puede achacarse a los escasos fallos defensivos del conjunto de Jiménez.
El Sevilla salió muy bien al campo sin importarle los pitidos del público cada vez que tocaba bola y eso que más de 50.000 bocas silbando abruman, cuanto menos. Por unos momentos pareció que los hispalenses jugaban en casa ya que el Fenerbahçe no encontraba sitio en su propio estadio, en especial gracias al trabajo de Navas y Alves en la banda derecha y Adriano y un sereno Duda en la izquierda, los lugares por donde a los estambulíes les gusta construir el juego. Jiménez ya había avisado que no saldrían a jugar con el resultado y eso hicieron: atacar sin miedo. El Sevilla tuvo el gol a los 4 minutos, cuando Kanoute aprovechó para golpear un rechace de la defensa turca, pero Volkan, el guardameta turco, estuvo en su sitio.
Despistes defensivos
Cuando el Sevilla parecía haberse hecho con el juego, en un momento de relajación llegó el gol del Fenerbahçe: un contraataque por la banda derecha del Sevilla que salió de los pies de Roberto Carlos, adelantado para imprimir juego al equipo. El ex madridista dejó la bola a Ugur Boral que regateó a Alves y dejó un centro fácil de rematar a la red para Kezman. Duda tuvo el empate a los 3 minutos, cuando en un fallo de la defensa recuperó el balón, pero lo mandó alto. A los turcos, que se veían crecidos, se les heló el aliento cuando en el minuto 22 Edu Dracena rechazó mal un centro de Daniel Alves y lo mandó al fondo de su propia portería. El Sevilla había recibido regalos en el Gran Bazar de tenderos del Galatasaray, lo que no esperaban era un presente tan favorable del propio Fenerbahçe.
Los 'canarios' se despertaron tras los goles y comenzaron a atacar con peligro -la grada se levantó en dos ocasiones para cantar gol antes del descanso- pero el Sevilla se mostró muy ordenado, saliendo con la pelota controlada y sin dejar huecos a los turcos. Esto le permitió causar varios sustos a una defensa del Fenerbahçe al que los ataques sevillistas pillaron adelantada en varias ocasiones, pero los delanteros del equipo español no supieron transformarlas en gol. Dos tiros lejanos, uno de Duda y otro de Kanoute, al inicio de la segunda parte demostraron que el Sevilla no se conformaba con el empate.
El Sevilla busca el gol
El Sevilla salió, como en la primera parte, muy bien situado y presionando al Fenerbahçe, que no logró acercarse a la puerta turca hasta el minuto 56, aunque con resultados fatídicos para el Sevilla: el uruguayo Diego Lugano, de remate de cabeza, transformó un córner para el equipo turco. Pero el Sevilla no se amilanó y siguió construyendo buenas jugadas. En un córner llegó la recompensa con un buen remate con la izquierda del francés Julien Escudé, que aprovechó los huecos defensivos de los de Zico. Además, al chocar contra el defensa Roberto Carlos provocó la sustitución de éste que se marchó al banquillo cojeando. Pero en uno de los últimos ataques del Fenerbahçe, cuando ya corría el minuto 87 y los sevillistas se veían con un resultado más que positivo para la vuelta, Semih Sentürk, tras contraataque turco cruzó un potente disparo desde el borde del área que tras rozar al serbio Ivica Dragutinovic despistó a Palop y entró a meta.
En unos últimos minutos de infarto, el Sevilla lo intentó todo para volver al empate pero no pudo ser ante un Fenerbahçe encastillado abajo. Y es que contra los equipos de la Liga de Campeones no caben fallos como ya advertía una pancarta en la grada turca: "Es una estupidez buscar cerebro en aquellos que discuten la grandeza del Fenerbahçe". Ahora, el Sevilla deberá hacer los deberes en su terreno, algo que no debería serle difícil por su superioridad sobre el terreno y aprovechando los dos goles conseguidos en tierras turcas.
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