El Madrid, intratable ante el Bamberg

El Real Madrid estrenó el año en Vistalegre con un paseo frente al Bamberg alemán, el equipo que menos puntos anota de toda la Euroliga, para seguir la marcha marcada al frente del Grupo C por el Panathinaikos griego y el Barcelona y, de paso, dejar prácticamente sentenciada la clasificación para la segunda fase gracias a la derrota del Lottomatica Roma italiano contra el Fenerbahce turco.

Los atenienses salvaron el pellejo veinticuatro horas antes en el pabellón OAKA frente al Partizan serbio por un solo punto (67-66), y el Barcelona también saldó con éxito la visita a la cancha del Chorale Roanne francés el miércoles (79-89). Por tanto, las circunstancias forzaban a los madrileños.

Los blancos hicieron lo que quisieron, ganaron casi por inercia mientras el conjunto dirigido por el seleccionador alemán, Dirk Bauermann, lo fiaba todo al debut de su última adquisición, el jamaicano Kimani Ffriend y los tiradores blancos enterraban toda sus esperanzas desde los 6,25 con diez aciertos en veinte intentos hasta el descanso, que cortó el bombardeo local y el sufrimiento visitante con el partido virtualmente decidido (54-29). El Real Madrid afrontaba un compromiso con truco. Los equipos deshauciados suelen crecerse en las pistas que dan lustre al prestigio europeo y aprovechar los excesos de confianza de los favoritos para dar lustre al historial. El campeón ACB se jugaba demasiado, pese a las modestas aspiraciones del conjunto teutón, como para permitirse un despiste.

Además, perder también hubiera significado romper la virginidad de Vistalegre, una cancha donde el Madrid sólo ha disfrutado victorias desde que empezó la temporada. Los grandes proyectos continentales nacen de la solidez en casa y, si en tu mismo grupo compiten otros dos equipos que saben atrincherarse al calor del público amigo, como el Panathinaikos y el Barcelona, no hay mayor pecado que fallar en feudo propio. El Madrid borró las esperanzas del Bamberg con un 15-0 de salida. Los hombres de Bauermann tardaron seis minutos en estrenar el marcador, por medio del estadounidense Darren Fenn. Ffriend deambulaba el día del debut y el bloque madridista incrementaba la distancia con una facilidad pasmosa (27-6 m.9).

Álex Mumbrú, polivalente

La rotación de Bauermann evolucionaba a beneficio de inventario. El técnico blanco, Joan Plaza, movía a los suyos sin que el rendimiento sobre la cancha bajase. La polivalencia de Alex Mumbrú (doce puntos en la primera parte), las facilidades defensivas que regalaba el Bamberg y un diez de veinte en triples tocaron la línea de flotación visitante en los dos primeros cuartos (54-29). Fenn y el serbio Predrag Suput adecentaron los registros del cuadro teutón en un trabajo estéril para el Bamberg, que ya entró derrotado en el tercer cuarto. Al bloque madrileño ni se le pasó por la cabeza bajar el ritmo. Lo relajó porque era inevitable y, ni así, sintió la más mínima señal de vida en el Bamberg.

El belga Axel Hervelle, cuya actitud y entrega puede que no tengan parangón en el baloncesto europeo, siguió con la misma tensión y, en un monólogo particular con el aro en el cierre del tercer cuarto, elevó la ventaja por encima de los treinta puntos (75-44). La noche estaba vista para sentencia. La presencia del campeón ACB en la segunda ronda, tras una jornada adornada por las victoria de los otros tres abanderados del baloncesto español en la principal competición europea, al borde de la oficialidad.