El Arsenal se agarra al liderato
El equipo de Arsene Wenger vence al Chelsea por la mínima (1-1) y aguanta la presión del Manchester, que vence al Liverpool
El Arsenal continuará líder de la Premier League una jornada más, después de ganar 1-0 en casa al Chelsea en el derbi inglés de la decimoséptima cita del calendario, rompiendo así la racha de cuatro temporadas sin ganar en su estadio a los de Stamford Bridge, mientras que el Manchester United le sigue a un punto al ganar (0-1) en Anfield a un Liverpool que pierde su plaza de Liga de Campeones en beneficio del Manchester City, aunque con un partido menos.
En el primero de los duelos, el Manchester United venció al Liverpool en Anfield (0-1) tras un partido muy serio en el que descubrió su cara menos virtuosa, y, con un despliegue mínimo en ataque, se llevó tres puntos vitales en la carrera por el título de liga gracias a un gol del argentino Carlos Tevez en los últimos minutos de la primera parte. El Liverpool dominó casi en su totalidad el primero de los dos actos, pero acabó pagando muy caro su bajada de tensión en los últimos cinco minutos, en los que el United aprovechó su única oportunidad. El español Rafa Benítez, entrenador del Liverpool, dispuso de nuevo la alineación del 0-4 en Marsella y asfixió desde el primer minuto al Manchester con una presión que comenzaba en Torres y Kuyt y que atenazaba a Hargreaves y Anderson en la medular, con Mascherano y Gerrard más pendientes de destruir que de otra cosa.
Bastante tramo avanzó así, en una batalla psicológica por el centro del campo, por una posición de poder en el partido. Un par de broncas de Mascherano y Riise con Evra y Hargreaves dejaron más claro que el Liverpool era el jefe del clásico del fútbol británico. Los 'reds' ganaron a los puntos durante esos cuarenta minutos, cierto, pero no supieron noquear a su contrincante en un puñado de llegadas con cierto peligro al área de Edwin Van der Sar. Fernando Torres, muy activo, buscó el gol con una media chilena y un disparo raso que trató de sorprender a Van der Sar. La presión que ejercía el español junto a Kuyt seguía siendo de máxima intensidad mediada la primera mitad con Pepe Reina como espectador. No era el único. En la grada, junto a otros 45.000 aficionados, los dueños del equipo, los norteamericanos Tom Hicks y George Gillet, observaban la presión endiablada del cuadro de Rafa Benítez.
A la media hora llegó la oportunidad más clara para el delantero madrileño y para el Liverpool. Van der Sar se tropieza en una salida -minutos después repitió el mismo error-, Kewell remata en el rechace y Anderson salva el balón bajo los palos. El balón quedó flotando en el aire como una incógnita para Torres, que despejó la ecuación al instante: remate fuera, seguían las tablas. Y así, el gol llegó cuando el United fue a por él. Un par de internadas ofrecieron para el Manchester un jugoso saldo, gracias a una jugada de pizarra. Un saque de esquina de Giggs para Rooney -del que no se había sabido hasta entonces- acabó con un remate del inglés que Tévez, incomprensiblemente suelto en el área pequeña, pesca para poner el 0-1. Regalo del Liverpool mientras 'The Kop' cantaba canciones navideñas.
Dominio estéril del Liverpool
El partido, aguerrido, tosco, vivió más broncas. Una de ellas fue un encuentro poco amistoso entre Torres y Rio Ferdinand después de un choque de trenes entre el delantero y el central del United al comienzo de la segunda parte. El partido tenía ya otra pinta. El Liverpool iba a por el gol con un talante más agresivo. Dos remates desviados de Benayoun y de Gerrard hacían presagiar algo más. Sin embargo los ''reds'' tuvieron que bajar una velocidad y acabaron por diluirse en balones al área y algo de desconcierto en sus ideas. Benítez cambió de munición. Primero introdujo a Ryan Babel por Kewell y después a Crouch por Kuyt. Torres había desaparecido y el equipo se había desfondado.
El Liverpool tuvo una más del holandés Babel que rozó el palo de su compatriota en la portería de los ''Red Devils''. Poco después, el Manchester pudo poner el 0-2 la segunda vez que Rooney apareció en el choque, pero erró una asistencia de Ronaldo. No hizo falta su tanto. Sir Alex Ferguson le había ganado la batalla a Rafa Benítez. O Hargreaves y Anderson, enorme, a Mascherano y Gerrard. Quizá había sido simplemente cuestión de olfato. La tarde del domingo Tévez lo tuvo y Torres no. Los números dicen que el Manchester marcó un gol más y que ya le saca nueve puntos a su eterno rival. El año pasado por estas fechas eran trece.
El Arsenal aguanta la presión
Conociendo el resultado de Anfield, se enfrentaban en el Emirates Stadium el Chelsea y el Arsenal, el gran derbi londinense, que tuvo mucha intensidad, pero menos fútbol del esperado. Los locales necesitaban ganar para mantener el liderato después de la victoria del Manchester, mientras que el Chelsea, tercero y con la importante baja de Drogba, buscaba dar caza a su rival en el día de hoy e impedir que el Manchester se les fuera lejos.
A pesar de que ambos necesitaban ganar, la tensión impidió que se viera mucho juego en la primera mitad. Ninguno de los dos llevó la manija del partido, el Arsenal por incapacidad y el Chelsea porque su juego mejora si no tiene el balón y juega al contraataque. Así pues, en los primeros minutos se apostó por el juego largo y el disparo lejano, lo que se tradujo generalmente en pocas ocasiones y sin peligro para los guardametas.
Poco a poco, los de Arsene Wenger se fueron haciendo dueños del balón, pero se quedaban sin ideas al pasar los tres cuartos de campo pese a la presencia de Cesc Fábregas, capaz de dar mucha personalidad al centro del campo de los gunners.
El Chelsea, en cambio, optó por el ataque rápido, con pocos toques, pero tampoco surtió efecto, haciéndose fuerte en defensa. Al final, la dureza fue ''in crecendo'' hasta dar lugar a varias cartulinas amarilla e incluso un lesionado, Terry, que tuvo que ser sustituido. Cuando parecía que se iba a ir al descanso con empate en el electrónico, el Arsenal, que en líneas generales había ofrecido más que el Chelsea hizo justicia poniendo el 1-0 en el minuto 47. El francés William Gallas cabeceó un córner botado por Cesc aprovechando la mal salida de Cech, dando una importante ventaja a su equipo.
Se fue muy arriba el Chelsea, pero el Arsenal supo aguantar la envestida, que apunto estuvo de dar el empate a los ''blues'' por mediación de Mikel en el 60. Aunque ambos entrenadores intentaron mover el marcador dando entrada a Pizarro, Avram Grant, y Van Persie, Arsene Wenger, no hubo más goles.
En los minutos finales el partido se rompió y las ocasiones se sucedieron y tanto el Chelsea pudo empatar, por mediación de Wright-Phillips, Kalou, Mikel y Shevchenko, como el Arsenal abrir su ventaja, pero vio cómo el colegiado le anulaba dos goles, primero de Rosicky y después de Adebayor. Sin embargo, aunque el partido estaba loco y el tiempo se fue hasta el 95, el marcador no se movió, dejando al Arsenal líder de la Premier.
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