El triunfo de la elegancia
El juego del brasileño combina la efectividad con un inmenso talento
El futbolista brasileño Kaká, a sus 25 años de edad, fue galardonado con el Balón de Oro 2007, que otorga la revista France Football, después de un año triunfal que coronó con la consecución de su primera Liga de Campeones, en las filas del AC Milan, equipo al que llegó hace cuatro años y medio y con el que se ha consagrado como uno de los ''grandes'' del fútbol internacional. El media punta, que aterrizó en el fútbol europeo en la temporada 2003, describiendo desde entonces una evolución al alza incuestionable, opta además este año al otro gran premio a nivel individual, el 'FIFA World Player', votado por los seleccionadores nacionales y en el que tendrá como rival a Cristiano Ronaldo y a Messi.
Precisamente, el duelo que protagonizaron Kaká y el portugués del equipo inglés en las últimas semifinales de Liga de Campeones fue uno de los puntos álgidos del fútbol europeo en 2007. La eliminatoria la ganaría el Milan -que además se impondría por 2-1 al Liverpool en la final-, pero para el recuerdo quedaría el recital de elegancia supina dado por el internacional brasileño en Old Trafford, en el partido de ida, con dos espléndidos goles, que refrendó con otro más, crucial, en la vuelta. Aquel encuentro era algo más que la rivalidad entre dos ''históricos'' del fútbol europeo. Kaká, que fue el máximo artillero de la Champions 2007 con 10 tantos, demostró en aquellos dos partidos que hoy por hoy es merecedor de este Balón de Oro, a pesar de la irrupción en el último tercio de año del barcelonista Messi, por su virtuosismo con el balón, sin perder un ápice de eficacia cuando encara la portería rival.
Todavía con una edad en la que, según los expertos, el futbolista no ha alcanzado su madurez, el enganche reúne en su palmarés tantos trofeos individuales como colectivos. De los primeros, destaca el galardón a mejor Jugador del año en la Serie A italiana en 2004 -sólo con un año de experiencia en el rocoso fútbol transalpino-, el de mejor centrocampista europeo de 2005 o el de mejor ariete de la última edición de la Liga de Campeones. Su categoría como jugador repercute directamente en los equipos en los que recala. En 2003, cuando el Milan se adelantó a otro grandes clubes europeos en la contratación del futbolista, el equipo milanista atravesaba una etapa gris de su historia reciente. Cuatro años después, con Kaká al frente, el conjunto lombardo ha ganado la Copa de Europa, ha sido finalista en otra ocasión, además del 'Scudetto' en 2004, Supercopas italianas y dos Supercopas de Europa -la última, derrotando al Sevilla-.
Con la nacionalidad italiana desde febrero de este mismo año, el brasileño ha arrasado en los más de cuatro años que lleva en Europa. Llegó con 21 años procedente del Sao Paolo brasileño, con el que debutó cuando tenía 19, y ya en Milán abocó a la suplencia al mejor enganche del momento, el portugués Rui Costa, convirtiéndose en una gran referencia mediática y futbolística. El Mundial con la selección brasileña en Corea y Japón 2002 fue otro punto de inflexión en su carrera. Allí se comenzó a conocer más la historia de un chico, calmado, poco común, que se crió en una familia acomodada y que nunca ha ocultado su devoción religiosa, incluso declarando recientemente su deseo de ser pastor evangelista, y que en este 2007 ha sido reconocido como el gran ''genio'' del fúbol.
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