El Getafe se complica
El equipo se Laudrup pincha en casa ante el Hapoel (1-2) y neceita cuatro puntos para depender de sí mismo
El Getafe perdió 1-2 ante el Hapoel de Tel Aviv israelí, un rival muy inferior a los madrileños, que se complicaron su existencia en la Copa de la UEFA, donde deberán obtener cuatro puntos ante Aalborg y Anderlecht para depender de si mismos. El conjunto israelí aterrizó en Madrid con cara de tristeza. Sus credenciales eran muy pobres. Últimos en su Liga, en la cola del grupo del Getafe en la UEFA y con el preparador físico Ron Ciulin como entrenador en funciones, eran datos suficientes y casi irrefutables para que los hombres de Laudrup se diesen un paseo por el Coliseum.
Pero el fútbol a veces no entiende a razones y a lógicas. El Getafe salió dormido, pausado, como si la renta de la victoria en Londres ante el Tottenham fuese suficiente. Los cambios tampoco ayudaron. Caras poco habituales como las de Franck Signorino, Cosmin Contra, Óscar Ustari, Juan Albín o Kepa Blanco trastocaron el orden habitual mostrado en los últimos partidos. Sin tiempo para analizar la pobreza israelí, el Getafe recibió el primer tanto. Corría el minuto cinco del duelo cuando Valeed Badeer atrapó una pelota dentro del área, rompió la cintura a Daniel "Cata" Díaz y perforó la red defendida por Ustari.
El tanto hebreo, inimaginable cinco minutos antes, atontó aún más a los locales. Sólo el uruguayo Juan Albín y Esteban Granero daban sensación de peligro. Cada vez que ambos tocaban la pelota, la defensa del Hapoel temblaba. Fruto de un contraataque llevado por el primero, Casquero pudo empatar con uno de sus latigazos desde fuera del área. Pero el fútbol es caprichoso. Cuando el Getafe recuperaba el equilibrio y el orden, llegó el segundo tanto del Hapoel. Igal Antebi sacó una falta envenenada desde la banda derecha que el portero Óscar Ustari, se "comió". El argentino no ha demostrado nada desde su llegada a España. Con el cártel de estrella de su país,
Ustari ha "cantado" en dos de los cuatro partidos que ha disputado.
El golpe afectó al Getafe, que hasta el final del primer acto sólo vivió de impulsos. En uno de ellos, Albín, el mejor de su equipo, pudo reducir distancias con un remate acrobático desde dentro del área. Fue el último latigazo madrileño del primer periodo. Tocaba remontar en el segundo acto, una tarea que parecía imposible tras lo mostrado en los primeros 45 minutos.
En la reanudación, Laudrup sacó toda su artillería disponible. El danés sacrificó a Casquero y a Kepa para dar entrada a Manu y Braulio, dos delanteros más verticales que el andaluz. Los cambios trajeron nuevos aires para el Getafe, que arrinconó en el área a su rival, que con diez defensores esperaba sentenciar en un contragolpe.
Lo intentaron sin éxito Manu, Braulio, Pablo Hernández, Sousa, De la Red, Albín y Granero en un carrusel de disparos. La falta de puntería, la inocencia o el guardameta Vincent Enyema evitaron que el Getafe redujera distancias. El portero nigeriano se erigió como protagonista de su equipo. Mientras a Ustari le dispararon dos veces y le marcaron dos goles, Enyema se alzó como una muralla impenetrable.
El tiempo fue pasando sin piedad y el penalti transformado en el minuto 90 por Pablo Hernández no sirvió para arreglar el desastroso partido del Getafe. El pitido final trajo una derrota inesperada ante un equipo muy inferior que volverá a su país con la moral por las nubes tras una temporada desastrosa. El Getafe, por su parte, deberá arreglar el desaguisado la próxima semana en el feroz invierno danés de Aalborg.
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