La venganza de Nadal

La lluvia de ayer ha dado paso a un sol intermitente sobre la pista de Hamburgo, y con la pista seca, aireada por un viento en ocasiones molesto, Rafael Nadal se ha sentido más cómodo frente al ruso Igor Andreev. 4-6 y 1-6 ha sido el resultado de un partido en el que el manacorense ha certificado que su derrota en Valencia el 18 de abril de 2005 fue un espejismo que raras veces volverá a repetirse; 100 minutos de un duelo agónico que terminó mal para el español, pero que marcó el ascenso triunfal que nadie ha podido frenar hasta el momento. 79 victorias no son carga para el español.

Nadal se ha batido contra Andreev como lo hizo ayer ante Óscar Hernández: Acusando el clima germano, demasiado húmedo y arrastrando una fatiga que se disipa a medida que avanza el partido. Sin protagonizar el mítico primer break, Nadal ha saltado más frío que de costumbre, sin dominar el juego como acostumbra, pero manteniendo un régimen de golpes inquebrantable para el ruso. Lo único que conserva el número dos del mundo del último encuentro es la timidez y la entrega. Pero nada más. Su tenis es más sencillo, más contundente. Superior.

En seguida se ha puesto por delante Nadal, que se ha sentido cada vez más cómodo, más maduro, combinando a la perfección los recursos físicos y mentales para superar los momentos más cruciales de cada juego. Los envites de Andreev intentaban poner en apuros a su rival, pero no han supuesto más que contratiempos para un Nadal que ha reservado sorpresas para la segunda mitad del encuentro. Los 48 minutos iniciales del primer set han sido el preludio de una segunda manga endiablada. Nadal in crescendo.

Como ocurrió ayer contra Hernández, el mallorquín ha sacado sus comodines tras el descanso. Andreev ha comenzado con buen pie y ritmo, ganando su saque, pero poco más. El fuelle ruso se ha esfumado con el juego aplastante de Nadal, que no ha ofrecido tregua y ha marcado un parcial de 0-6 que vale el pase a cuartos de final. Imparable, la segunda raqueta del circuito suma una nueva victoria sin apenas gastar energías, aprovechando los huecos rentabilizando los errores no forzados de su rival y finiquitando de un plumazo el morbo de un partido que poco tenía que ver con el último disputado.

Ferrer se zafa de Ljubicic

David Ferrer, duodécimo cabeza de serie, quien se medirá con el vencedor del partido Ferrero-Federer en los cuartos de final tras vencer al croata Ivan Ljubicic por un doble 6-3 en una hora y 23 minutos. El español se ha mostrado muy sólido durante todo el encuentro y apenas ha dado opciones al séptimo cabeza de serie, que ha jugado siempre sometido a la presión de su rival.

El alicantino planteó un encuentro muy serio y superó al balcánico por un doble 6-3 en tan sólo una hora y 23 minutos de juego por lo que ya espera rival del partido que enfrentará dentro de unas horas al suizo Roger Federer, número uno del mundo, y al también español Juan Carlos Ferrero. Con esta son tres las victorias que Ferrer tiene en su estadística de partidos frente a Ljubicic. las dos últimas, en Stuttgart en 2003 y el año pasado en Dusseldorf en la Copa del Mundo por equipos.

El de Jávea gozó de la primera ventaja del partido en el quinto juego en el que rompió el servicio a Ljubicic. Sin embargo, el número ocho del mundo respondió con otro ''break'' que devolvió la igualada al electrónico. Ferrer no se amilanó y volvió a quebrar el saque del croata, que ofrece su juego más modesto sobre tierra batida, ya que sólo pudo meter tres ''aces'' en todo el partido. A partir de ahí, el español ofreció su mejor versión y cerró el set con una nueva rotura.

En la segunda manga, las cosas salieron aún mejor para el tenista español, que con un ''break'' en el cuarto juego dejó K.O al jugador nacido en Bosnia. Ya no tuvo que hacer grandes esfuerzos para rendir a Ljubicic y colarse en cuartos, olvidando el fiasco de su eliminación en la primera ronda de Roma ante Igor Andreev.

Moyá resurge ante Blake

El español Carlos Moyá ha recuperado sensaciones, y en una demostración de superación que hace mucho tiempo que no se veía, ha conseguido el pase a los cuartos de final del Masters Series de Hamburgo tras ganar al estadounidense James Blake, octavo cabeza de serie, por 1-6, 6-3 y 6-3, en una hora y media de partido.

Moyá ha comenzado muy mal y en apenas 18 minutos ya había perdido el primer set por 6-1. El preámbulo no ofrecía buenos augurios, y la superioridad de Blake manifestada desde su cita en Sydney del año pasado ofrecía todos los indicios de una nueva derrota para el balear sobre el polvo de ladrillo.

La segunda manga casi certificaba aún más la superioridad del estadounidense, pero la ruptura del servicio del español ha sido el punto de inflexión de un nuevo partido. Moya ha ganado los siguientes tres juegos, con dos ''break'' sobre Blake, y ha regresado al nivel de hace unos años, cuando llegó a lo más alto de la clasificación mundial.

Su tenis, complementado con grandes golpes, ha dado su fruto, y con un 6-3 a su favor igualaba la contienda. En el tercer y definitivo set ha podido pasar de todo, porque los dos jugadores se desmelenaron y mantuvieron la igualdad en el marcador ganando y perdiendo su saque de forma consecutiva, pero el español ha sido quien ha roto la tendencia y se ha reafirmado sobre Blake ganando el duelo en la primera oportunidad que ha tenido.

Federer, implacable con Ferrero

El suizo Roger Federer se ha impuesto con maestría al alicantino Juan Carlos Ferrero por 6-2 y 6-3 en apenas una hora y cinco minutos en un partido donde el español no ha concentrado demasiados golpes ganadores. Por detrás en el marcador, el de Onteniente ha jugado un tenis muy cómodo para el de Basilea, que ha dominado de principio a fin con derechas implacables y reveses imposibles para las piernas de Ferrero, que ha bailado al ritmo del número uno.

De esta forma, la presencia española en Hamburgo se reduce, y será David Ferrer quien intente aguar la fiesta al suizo y certifique si de verdad ha recuperado la forma. Una derrota apearía a Federer del circuito de Masters por quinta vez consecutiva en lo que se lleva de temporada.