Nadal y Ferrer buscan la semifinal española
El balear se mide contra Potito Staraci, la sorpresa de ayer tras vencer a Chela, mientras que Ferrer busca su quinta victoria ante Nalbandián
Con exceso de ganas y escasa voluntad de dar tregua al tenis español, David Nalbandián se desliza ronda a ronda por el Trofeo Conde de Godó manejando su raqueta con soltura y cumpliendo las predicciones que se marcó en el inicio del torneo. Tras derrotar ayer a Carlos Moyá en un partido marcado por los despropósitos tenísticos de uno y otro en la arena barcelonesa, el argentino llega a cuartos para medirse a David Ferrer, inferior en edad pero superior en juego y estadísticas.
Hace días, al comienzo del torneo, David Nalbandián se confesaba "recuperado" de la lesión que le impidió seguir su andadura en el Masters Series de Montecarlo. Para muestra, la victoria frente a Moyá, uno de los 'permanentes' en la Armada Española. También adelantaba que, si el físico se lo permitía, podía ser la sorpresa, incluso derrotar a Nadal, pero el tenis se juega partido a partido. Y el de hoy, el sexto encuentro que protagonizan, es un hueso mucho más duro que el de ayer.
Si se miran las estadísticas, ambos son diestros y tienen 25 años, pero nada más les asemeja. No hay color cuando se compara un juego y otro. Por un lado, Ferrer es una locomotora incansable, al estilo, obviamente inferior, de Rafael Nadal. Tiene una gran derecha y su madurez en la pista crece partido a partido. Al otro lado de la red, Nalbandián destaca por su juego completo, por su gran revés y por ser una de las promesas fijas en los torneos, pero siempre jugando en una división inferior a Federer y Nadal. Además, las cuentas dan cuatro victorias a Ferrer por una a Nalbandián. La seguridad es una gran cualidad, pero no estaría de más que leyera algún refrán que habla de un gato que juega con la confianza, pues antes que el de Manacor está el de Jávea.
Nadal, el incansable
Las 69 victorias hablan por sí solas. El número dos del mundo continúa arrollando rivales. El último ha sido el sueco Thomas Johansson, de 32 años, a quien dejó en la cuneta del torneo en una hora y diez minutos sin despeinarse. Pese al hito que victoria a victoria sigue ratificando Rafael Nadal en tierra batida, el balear, más cauto que tímido, insiste en no dar importancia al récord, reiterando que más tarde o más temprano terminará cediendo en algún partido. Por ahora, es difícil proyectar una derrota.
Moyá lo afirma. "Si no se pone malo o le pasa algo raro, es difícil que pierda", ha afirmado el mallorquín tras su derrota ante Nalbandián. Enfrente tendrá al italiano Potito Starace, especialista en tierra y 65 en el ránking mundial, que luchará con ganas y moral por una plaza en las semifinales tras la victoria sorpresa sobre el también argentino Juan Ignacio Chela
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