El Sevilla logra el pase a octavos
El Sevilla FC cumplió el trámite de la vuelta de los dieciseisavos de la Copa de la UEFA tras el 0-2 de la ida y, pese a jugar a medio gas, volvió a superar al Steaua de Bucarest, con lo que ya piensa en los octavos de final ante el Shakhtar ucraniano, equipo que superó al Nancy francés.
El vigente campeón de este torneo continental supo en todo momento controlar y reservar fuerzas ante un rival que se presentó en Sevilla consciente de las dificultades de la empresa, y al que no le sirvió las buenas sensaciones que le daba el Ramón Sánchez Pizjuán, estadio donde hace 21 años se proclamaron campeones de Europa en una recordada final ante el FC Barcelona.
Al equipo de Juande Ramos se le notó desde el arranque que llevaba la eliminatoria muy controlada e incluso eso se vio en la alineación titular, en la que no estuvo la habitual pareja atacante, formada por el brasileño Luis Fabiano -en el banquillo- y el goleador malí Frederic Kanouté -fuera de la convocatoria-.
Los locales no quisieron ser sorprendidos a la contra por un equipo que tiene fama de desarrollar mejor juego fuera de su campo que en Bucarest, por lo que la idea fue controlar en defensa y esperar alguna oportunidad en ataque. El equipo que entrena Cosmin Olaroiu, ante ese planteamiento del rival, no le dio mucha guerra al conjunto español, aunque una indecisión del central francés Julien Escudé dejó en buena posición al extremo rumano Banel Nicolita, quien no marcó gracias a la buena intervención de el portero Andrés Palop a los dieciocho minutos.
Poco después, llegó otra adversidad para el Sevilla, esta vez en forma de lesión, cuando el extremo izquierdo Antonio Puerta tuvo que dejar el campo y ello propició la entrada del joven procedente del equipo filial Diego Capel. La pasividad y la poca mordiente de los sevillistas hizo que, conforme avanzó el partido, la formación rumana adelantara metros y tuviera más tiempo el balón en su poder, algo que sembró dudas en las gradas, aunque fue sólo eso, porque en la prolongación de este período el ruso Alexander Kerzhakov, de cabeza, logró el 1-0 y poner más tierra de por medio en la eliminatoria.
La segunda parte prácticamente sobró, porque el Steaua entregó el partido ante un rival mucho más seguro de su juego y que incluso jugó con más velocidad en busca de un segundo tanto con el que alegrar a sus incondicionales. El partido sólo tuvo la incertidumbre de si el Sevilla lograba ese segundo gol o el Steaua, en alguna jugada aislada, conseguía el tanto de empate y dejaba la eliminatoria cerrada con algo más de decoro, pero el marcador ya no se movió.
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