El Barcelona derrota al Granada y se clasifica para la Copa

El Winterhur Barcelona cumplió con las exigencias históricas que le obligaban a clasificarse para la Copa del Rey derrotando en el Palau Blaugrana al CB Granada (87-66) en un partido relativamente cómodo para los azulgranas, que se mantuvieron por delante en el marcador durante los 40 minutos.

Reclamado por las circunstancias, el Barcelona se puso las pilas desde el salto inicial y firmó un partido muy completo en el que destacaron Lakovic y Navarro. También Fran Vázquez, una excelente noticia para el equipo azulgrana, muy necesitado de un pívot potente y decisivo. Ya en el primer cuarto, el equipo azulgrana se despegó con un parcial de 8-0 gracias a dos triples consecutivos de Navarro y De la Fuente. Escasa capacidad de respuesta tuvo el Granada, demasiado dormido en el arranque, incapaz de frenar el juego exterior del Barça (Lakovic firmó dos triples en los primeros cinco minutos), y encomendado al rendimiento del MVP de la Liga, Curtis Borchardt.

Poco a poco, y demostrando una de sus mejores versiones de la temporada, el conjunto de Dusko Ivanovic se fue adueñando del choque (28-16, máxima diferencia, min. 9). Lo hizo sostenido por Fran Vázquez en la pintura (8 puntos y 4 rebotes en el primer cuarto) y Navarro y Lakovic en el perímetro. El Barcelona alcanzó el segundo cuarto con diez puntos de ventaja (32-22), pero recibió la primera bofetada del equipo andaluz, un parcial de 0-10, ayudado por el juego de Borchardt, un pívot de juego tan silencioso como efectivo. Fiel a la estadística, el estadounidense completó la primera parte como máximo anotador y reboteador del partido.

Siempre Navarro

Pero en contra de su estilo de la presente temporada, el Barcelona no flaqueó en el tercer cuarto y mantuvo su ventaja (65-47, min. 7) gracias a su jugador más infalible, Juan Carlos Navarro, un seguro de vida en momentos decisivos. Sólo Pecile y Sanmartín (18 puntos) resistieron el ritmo del partido por parte granadina en la reanudación. Borchardt, en cambio, se desinfló y a su equipo se le apagó la luz, vencido ante un rival más enchufado y empeñado en espantar sus fantasmas desde el inicio. Tampoco temió por la victoria el Barcelona en el último período, al que llegó con 13 puntos de ventaja (67-54). Se cerróbien en defensa, recurrió a la indestructible fe de Grimau, un batallador incansable (13 puntos y 2 rebotes), y se dejó llevar hasta una victoria imprescindible para codearse con los mejores en la Copa del Rey que se disputará en Málaga entre el 8 y el 11 de febrero.