Un golazo de Fernando Torres salvó al Atlético de Madrid. Con diez jugadores y con Osasuna ganando, una jugada del delantero sirvió para no agravar la crisis del equipo madrileño en el Vicente Calderón. Fue lo mejor del partido. Antes del gol, el Atlético de Madrid demostró que no le sale nada en casa. Aunque lo intente. Sin público, con frío y con un rival que, con un solo delantero, confiaba en resolver la eliminatoria a la vuelta y se conformaba con un empate, al equipo madrileño no le quedó más remedio que atacar durante los primeros minutos la portería de Ricardo. Aunque ni con un poco más de ganas el conjunto de Aguirre cambió la cara de esta temporada en casa. Cansino, plomizo, aburrido... el equipo madrileño no sabe cómo sacudirse la pereza en el Calderón. Lo intentó antes de quedarse con diez hombres tras la expulsión de Pablo, que realizó una fea entrada a Webó justo al comenzar la segunda parte. Antes de quedarse con diez, el equipo madrileño buscó más la portería de Osasuna durante la primera parte. Antonio López buscó el gol los primeros minutos, Torres, Mista y Agüero se animaron también y el Atlético se espabiló un poco, noticia en el Calderón. Era fácil. Enfrente Osasuna, sin su entrenador Ziganda , que cumplía un partido de sanción, vagaba en el campo. Desorientado aunque sin perder del todo su sitio, el conjunto de Pamplona no pasó apuros pese a no tener el balón. Incluso asustó con una jugada entre Font y Juanlu que salvó Cuéllar al adelantarse antes del remate final. En la jugada siguiente, el Atlético pudo marcar tras un buen pase de Fernando Torres a Agüero que falló por poco el joven delantero. El equipo rojiblanco no aprovechó las oportunidades. Sí lo hizo Osasuna. La única vez que tiró a portería en la primera parte marcó. Webó aprovechó un buen pase de Miguel Flaño para fusilar dentro del área. Jarro de agua fría para el equipo de Aguirre que minutos después, al comienzo de la segunda mitad, se quedaba con diez tras la expulsión de Pablo. Una expulsión que parecía ser catastrófica para el equipo madrileño. Y lo fue durante muchos minutos. Aunque Osasuna perdonó una y otra vez. Y al final lo pagó. En el minuto 73 Torres despertaba al Calderón con un golazo. Un gol que salvó al Atlético de Madrid y que castigó el conformismo y la poca valentía de equipo rival. En los últimos minutos, el equipo de Aguirre se creció y tuvo las mejores oportunidades aunque el mérito de los hombres de Ziganda fue no perder en ningún momento el sitio en el campo. Y al final se fueron con el resultado esperado. Pamplona decidirá quién sigue en la Copa del Rey.
