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Villarreal 2 - Nástic 0 | LIGA

El Villarreal amarga el debut de Paco Flores con el Nástic

El equipo castellonense resuelve con facilidad el el choque en el que regresó Riquelme

Al Villarreal le bastaron algunas pinceladas de calidad en la primera parte para deshacerse con facilidad por 2-0 del Nástic de Tarragona y amargar el debut de Paco Flores en el banquillo del colista, que no dio síntomas de mejora.

Nada más que unos minutos necesitó el reaparecido Román Riquelme, ausente en los dos últimos partidos, para demostrar que es indispensable en el Villarreal. El argentino puso en muchos apuros al meta Rubén con un colocado libre directo e instantes después daba una asistencia de lujo al mexicano Guille Franco que quiso asegurar el gol dándosela a Forlán, pero Pérez Lima, a instancias de su asistente anuló erróneamente el tanto. El nuevo Nástic de Paco Flores movía bien el balón, buscaba las bandas, pero con muy poca mordiente. El Villarreal tan sólo inquietaba cuando el balón llegaba a las botas de Riquelme que, sobre todo en las jugadas a balón parado, ponía en apuros a la zagatarraconense.

Precisamente de esta forma llegó el primer gol del partido. Lanzamiento de Riquelme y cabezazo de Fuentes entrando desde atrás. Los castellonenses parecían haberse quitado un lastre de encima y jugaban más sueltos con la ventaja en el marcador. Así, apenas cinco minutos después llegaba el segundo gol, tras un gran pase interior de Cani a Arruabarrena, que daba el pase de la muerte para que el mexicano Guille Franco se reencontrara emocionado con el gol. Con una renta de dos goles, cuando apenas se había llegado a la media hora de juego, el Villarreal aflojó su ritmo y dio aliento a un Nástic, que con más ganas que claridad de ideas buscó con ahínco la portería de Barbosa, quien no pasó por apuros para mantener su puerta imbatida hasta llegar al descanso.

Tímida reacción visitante

En los vestuarios, Paco Flores debió poner las pilas a sus jugadores porque el Nástic saltó al terreno de juego con otra actitud y enjauló en su campo a un Villarreal apático. El conjunto catalán recuperaba con mucha rapidez el balón y buscaba abrir el campo, aunque seguía adoleciendo de ese último pase de calidad que habilitase a un Portillo muy desasistido todo el encuentro.

El paso de los minutos no sirvió para que el Villarreal mejorara. Mientras, el Nástic, con remates de Gil y Pinilla, trataba de inquietar algo más a los locales. En el último tramo de un encuentro cada vez más decepcionante, el Villarreal se estiró un poco más y disfrutó de alguna ocasión para ampliar su renta, mientras que las dos aficiones se hermanaban con sus cánticos de apoyo en una actitud cada vez menos frecuente en los estadio españoles.

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