El Athletic consigue un empate 'in extremis' frente al Valencia
Un gol de Fernando Llorente en el último minuto del partido dio un punto al Athletic de Bilbao en su visita a Valencia, en un partido en el que el equipo vasco nunca fue decididamente a buscar la igualada, pero en el que se encontró enfrente un equipo muy impreciso que no supo mantener su ventaja. No fue un buen partido. El Athletic no varió en su juego en ningún momento a pesar de ir por detrás en el marcador y el Valencia jugó a ráfagas, con algunos detalles de Silva, pero sin mordiente y con muchos fallos y demasiados nervios.
La primera parte estuvo nivelada y en la segunda el equipo bilbaino, sin variar en su juego, aprovechó la última acción del encuentro para empatar. El Athletic de Bilbao tomó el pulso del encuentro mucho antes que su rival, ya que sus jugadores se asentaron pronto sobre el terreno de juego y, sobre todo, lo hicieron sin las precauciones defensivas que a priori se suponían. Por contra, el Valencia se mostró como un equipo muy impreciso, con constantes fallos en la entrega del balón y sin la tensión que ha tenido habitualmente en los últimos encuentros de casa.
La ocasión más clara para el equipo visitante se produjo en un remate de Gabilondo que detuvo con acierto Cañizares en el minuto 26, en uno de los numerosos envíos al área en acciones a balón parado que Yeste ejecutaba con bastante peligro. Fue, en cualquier caso, un primer periodo de fuerzas parejas, con ataques alternativos ante ambas porterías, con la petición de un penalti en cada área, con un gol anulado a Villa, que estaba en fuera de juego y con las fuerzas desniveladas a favor del equipo local a dos minutos del descanso. Este gol llegó en una acción de Joaquín, acompañada de un centro de Miguel, que Morientes envió allí donde no podía llegar Lafuente y que respondió al incremento del dominio que el Valencia había conseguido en los diez minutos previos al descanso.
Nada cambió tras el descanso, ya que el Athletic mantuvo la misma forma de jugar a pesar del gol encajado y el Valencia no mostró una imagen diferente a la del primer periodo. El partido perdió el poco ritmo que tenía. El Athletic sólo creaba peligro en jugadas a balón parado y al Valencia le faltaban las ideas y daba la sensación de pretender que el partido no cambiara para marcar en una acción aislada, asegurar la victoria con un segundo gol definitivo. El encuentro pasaba por fases alternativas de dominio de unos y otros, sin que ningún equipo controlara verdaderamente el encuentro y con más presencia de acciones individuales de Silva, Villa o Yeste, que de un juego de conjunto para parte de alguno de los dos equipos.
Sólo en los últimos minutos el Athletic puso carga ofensiva sobre el terreno de juego tras la entrada de Etxeberría y, sobre todo, de Llorente, sin que Urzaiz fuera sustituido, y demostró, con un poco más de agresividad, ciertas ganas de igualar el partido a base de balones largos. Fue, sin embargo, en una jugada de Etxeberria en el minuto 89, Llorente, de cabeza, desde muy cerca, estableció la igualada que castiga merecidamente a un Valencia que no jugó bien y que quizá fue demasiado premio para el Athletic de Bilbao.
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