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Crónica:BALONCESTO | España 89 - Lituania 67
Crónica
Texto informativo con interpretación

Gasol-Navarro, sociedad ilimitada

España abruma a Lituania con un colosal partido de sus puntales y se mete en las semifinales

Con la grandeza y la soltura de los equipos que marcan época, España desfiguró a Lituania y se metió en las semifinales del Mundial, donde se medirá el próximo viernes con Argentina. Se trabaja el equipo español tal ascendencia sobre sus rivales que desnaturaliza los partidos, como si de simples divertimentos se trataran. Los jugadores lituanos, en el segundo cuarto, se habían hecho un lío tan enorme que estaban como para lanzar ya la toalla en señal de rendición. De las oleadas que se les venían encima, no daban pie con bola. Simplemente mover el balón les costaba un mundo; no digamos ya realizar alguna jugada medianamente trabada. Tan dinámica, solidaria y bien ajustada bregaba la defensa española que no encontraban por donde morderla. Propulsado el ritmo de juego por el equipo español desde el minuto uno, Gasol y Navarro se alzaron sobre el grandioso partido que cuajó el colectivo.

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Los dos amigos son los puntales de un grupo extraordinario, en el que a veces son capaces de asumir el papel estelar Calderón, Garbajosa o quien se tercie. Pau y Navarro, y eso lo saben todos, son dos cracks como no ha dado España en décadas, probablemente nunca. Ese talento sin casi referentes guarda una relación directa con el éxito histórico que selló el triunfo. La selección de los juniors de oro y compañía ya está entre los cuatro primeros. Ya ha igualado, al menos, el mayor éxito de España en unos Mundiales, el cuarto puesto obtenido en 1982 por el equipo de los Epi, Fernando Martín, Corbalán y demás en el Mundial de Colombia.

Gasol y Navarro llevaron por la calle de la amargura a los lituanos. Navarro se desenvolvió a sus anchas en el tipo de partido que se planteó desde el inicio. Mucho ritmo, mucha rapidez, magnífica defensa española y manos de mantequilla y desorientación por parte de los lituanos, que concluyeron con lo que puede ser un récord, 28 pérdidas de balón. Para que jugadores de su nivel pierdan tantas veces la bola, es preciso que alguien les apriete las tuercas. De eso se encargó todo el equipo español, en especial Calderón, que explotó a base de bien el discreto nivel de los bases lituanos, Kalnietis y Gustas. España, además, sacó del partido a Macijauskas y a Songaila, sobre el papel, los jugadores sobre los que debía girar el equipo lituano.

Gasol fulminó al pívot de los Bulls de Chicago, que ni sumó para su equipo ni logró evitar las faltas que traducían su manifiesta inferioridad técnica y física en el emparejamiento. Los lituanos no alinearon en su quinteto inicial a Macijauskas pero, cuando el escolta que ha cerrado este año su aventura en la NBA con los Hornets, irrumpió en la cancha, Navarro le llevó por la calle de la amargura. Macijauskas no podía con La Bomba en ninguna de las dos mitades de la cancha. Llegó al borde de la desesperación, perdió los papeles y hasta cometió una falta antideportiva.

Songaila concluyó con dos puntos y Macijauskas se quedó totalmente seco. En cambio, Gasol anotó 25 puntos y capturó 9 rebotes, resolviendo cuando más lo necesitó el equipo. A Navarro le bastaron 20 minutos para llegar a los 20 puntos, dar tres asistencias y recibir cuatro faltas. La zona lituana de entrada se derritió con dos triples de Navarro y uno de Jiménez, que marcaron la pauta de un partido que España ganaba por 17 puntos en el primer cuarto.

Los lituanos no sabían qué camino seguir. No eran capaces de jugar por dentro, donde sólo lograron forzar 9 tiros libres por los 28 que lanzó España, y tardaron en encontrar un escaso puñado de posiciones de tiro para dos jugadores más de complemento que de referencia como Kleiza y Darius Lavrinovic. La última acción de ese periodo fue un monumental alley-hoop de espaldas a la canasta de Rudy a pase de Sergio Rodríguez. La jugada acabó de fundir a los lituanos. España llegó a dominar por 27 puntos en el minuto 23 sin que el equipo bajara gran cosa el pistón cuando recurrió a los jugadores de banquillo, en especial Rudy y Felipe Reyes, recuperado de la lesión en las cervicales que le había dejado casi inédito. Al igual que Garbajosa, Felipe estuvo remiso en el lanzamiento a canasta pero capturó cinco rebotes y ofreció buenas sensaciones. Las magníficas sensaciones que en el equipo español traducen su extraordinario juego y ánimo: da igual quien juegue, da igual el rival. Quieren hacer algo grande, juegan a las mil maravillas y ganan cada partido por aplastamiento.

Pau Gasol muestra su alegría en un lance del partido frente a Lituania.
Pau Gasol muestra su alegría en un lance del partido frente a Lituania.REUTERS
España celebra su apoteósico triunfo frente a Lituania (89-67).
España celebra su apoteósico triunfo frente a Lituania (89-67).REUTERS

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