Un empate que sólo beneficia a España
Túnez y Arabia Saudí empatan a dos goles y dejan en bandeja la clasificación a España
El encuentro que cerraba el grupo H enfrentaba a las dos selecciones que en teoría deberían pelear, en una lucha similar a la de David contra Goliat, para ocupar el segundo puesto que a priori pertenecía a Ucrania. Ambos equipos conocían la debacle experimentada por el equipo ucranio ante España, y sabían que este partido era una gran oportunidad, ya que si posteriormente conseguían sorprender a una Ucrania, que después de hoy ha perdido mucho crédito, podrían meterse en la siguiente ronda.
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Arabia Saudí afrontaba el partido con la reciente baja de una de sus mayores esperanzas, el joven Mohammed Al-Anbar, lesionado el día anterior, y el seleccionador Marcos Paquetá, dejó en el banquillo a una de sus mejores armas ofensivas, Sami Al-Jaber, por sus molestias musculares. Por su parte, Rogerre Lemerre dejaba en el banquillo tunecino a una de sus estrellas, el nacionalizado Francileudo do Santos.
Aunque si alguien esperaba una salida en tromba de alguno de los dos equipos, se llevaría una gran decepción. Fue el equipo africano quién comenzó tratando de tener el control del balón, con el consentimiento del equipo árabe, que esperaba un error del rival. Aunque el juego de los tunecinos se desarrollaba con la lógica prudencia a la que obliga el partido del debut en un Mundial. El balón rodaba lentamente y al llegar a las inmediaciones del área, a los delanteros les temblaban las piernas, quizá por eso, las primeras ocasiones para Túnez fueron sendos piscinazos, en los que el árbitro australiano, Mark Shield, no picó.
Tras unos minutos de indecisión, los sauditas se propusieron demostrar que podían mover el balón como su rival, es decir, igual de despacio, adelantaron las líneas, algo que aprovechó Túnez para salir a la contra. Aún así ninguno creaba excesivo peligro, y como suele suceder en estos casos, el gol llegó a través de una jugada a balón parado. Ziad Jaziri aprovechó un rechace ante la pasividad de la defensa saudita y, con un acrobático remate, alojó el balón en la red.
A partir de ese momento, Arabia Saudí intentó tener el control del centro del campo, aunque no conseguían dar profundidad a su juego, y Ali Boumnijel, el guardameta tunecino, que es el jugador más veterano del Mundial (40 años y 62 días), apenas tuvo ocasiones de intervenir. Daba la sensación de que el gol sólo podía llegar a través de un fallo defensivo por parte de Túnez, aunque de medio campo para atrás, los africanos se mantenían perfectamente colocados.
En la reanudación despierta Arabia Saudí
La segunda parte comenzó con susto para Túnez, que no llegó a ser gol por la imprecisión en el remate, sólo ante el portero, de Mohammad Nour, que aprovechó un fallo en la zaga rival. La oportunidad pareció animar a los sauditas, que comenzaron a llegar con más peligro, pero les faltaba calidad y sus jugadas eran previsibles. El partido se animaba, y el público saudita, que hasta ese momento se encontraba sumido en la más profunda apatía, comenzó a empujar a los suyos. Y si en la primera mitad, el mayor dominio de los tunecinos se vio recompensado con el gol, los sauditas encontraron el premio a su mayor intensidad tras una internada de Nour, que el jugador de mayor talento de los asiáticos, Yasser Al-Qahtani (hasta entonces desaperecido), remató al fondo de las mallas.
Tras el gol, los jugadores entrenados por Marcos Paquetá se quitaron el miedo del cuerpo y comenzaron a realizar su mejor juego, abriendo el campo y atacando a su desconcertado rival por las bandas. El partido estaba roto y se había convertido en un correcalles en el que cualquiera de los dos podía adelantarse. El encuentro tenía ritmo, y ningún equipo se conformaba con el empate, aunque era un buen resultado para ambos. Sabían que una victoria en este encuentro haría que la clasificación dependiera de ellos mismos, y fueron los sauditas quienes consiguieron ponerse por delante a falta de cinco minutos para el final. Una contra culminada fenomenalmente por Sami Al-Jaber, que había entrado en la segunda mitad, prácticamente sentenciaba el encuentro a favor de su equipo.
Desde ese momento Arabia se preocupó de mantener el resultado, y parecía que iban a conseguirlo hasta que en el minuto 92, Radhi Jaidi remató de cabeza un buen centro para situar el empate en el marcador. Justo empate y ambos equipo se tendrán que jugar la clasificación ante Ucrania.
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