El Málaga hurga en la herida de la Real

Hay detalles y decisiones que cambian el rumbo de un partido. El fútbol está lleno de ejemplos y la victoria del Málaga sobre la Real fue uno más. En un encuentro malo y con un resultado engañoso, el cuadro de Antonio Tapia supo sacar partido a 15 minutos locos, de pájara del rival, y a la salida de un Hidalgo que aportó el plus de empuje que le había faltado al equipo.

El técnico local acertó, mientras que su homólogo dio demasiada ventaja dejando a Nihat en el banquillo. Sin Kovacevic, y teniendo en cuenta los precedentes (el turco le había marcado tres temporadas seguidas al Málaga en La Rosaleda), privar a Nihat de la titularidad era declarar que un empate no era mal premio.

La falta de ambición se paga y el Málaga hurgó en la herida donostiarra al inflingirle su tercera derrota consecutiva. Un enorme peso para los vascos y un gran alivio para los malagueños que acaban con su particular gafe y rompen su sequía de victorias.

Tras mostrar un buen juego ante Zaragoza y Deportivo, los tres puntos tuvieron que llegar merced a uno de los peores encuentros de la temporada. Al Málaga se le atraganta la Real en casa como nadie. Pero ni la roma imagen que está mostrando como visitante, ni las facilidades de Amorrortu, permitieron a los blanquiazules tener un choque cómodo. Apostó el conjunto vasco por un equipo de mayor contención, pero al cuadro malaguista le había sentado mal el parón liguero. El juego rápido y por las bandas de las últimas jornadas se había congelado, al igual que la rapidez mental de Salva en el remate. El delantero dejó escapar un par de ocasiones para batir a Riesgo, pero la lentitud en el área se paga.

Tanto o más que la desidia defensiva. Y es que César Navas saltó solo para anotar el primer gol en un córner e Hidalgo se paseó por el área antes de batir de tiro cruzado a Riesgo. Todo ello en una segunda mitad en la que se salvó el encuentro gracias a un paréntesis el reflejo de porqué la Real es el equipo más goleado. Hasta la mala suerte se ceba con los de Amorrortu, pues Edgar anotó su cuarto gol de la temporada con la entrepierna tras recibir un despeje del meta vasco.