Oliveira marca la diferencia

El delantero brasileño marcó la diferencia en un partido dominado a placer en la primera parte por el Betis, frenado por el portero Proto, y que se salvó en la segunda por la gran actuación de Doblas.

El partido era bastante más importante de lo que se podría esperar de un compromiso correspondiente a la segunda jornada de una liguilla. Si el Betis quería discutir la clasificación a Liverpool y Chelsea tenía que conseguir los seis puntos contra el Anderlecht, el rival más débil del grupo. Quizá por eso Lorenzo Serra Ferrer se decidió a efectuar algunos cambios en la alineación que llevaron a Marcos Assunçao al banquillo y a Joaquín a actuar como mediapunta, posición en la que no explota todo lo que debería sus cualidades. Apareció poco, pero cuando lo hizo fue para complicar la vida a los belgas.

Perdió el Betis la maestría del brasileño en los lanzamientos de falta, pero ganó en ideas y fluidez en el juego. Miguel Ángel y Rivera son una magnífica pareja de mediocentros y mueven el balón con una rapidez y una inteligencia que agradecen Oliveira y los interiores, esta vez Xisco y Varela.

Con el balón en su poder el Betis dominó con autoridad en la primera parte y borró del campo al Anderlecht, que sólo asustó en el primer minuto, cuando Jestrovic mandó un balón al palo. Respondió el Betis con otro disparo de Oliveira al poste, cuyo rechace fue desperdiciado de mala manera por Joaquín, que tiró al muñeco cuando tenía todo a favor para marcar.

Con el Anderlecht recluido en su campo, el Betis jugó a placer y disparó hasta dos veces más a los postes de la portería de Proto, el guardameta titular de la selección belga y que efectuó una verdadera exhibición. Por arriba o por abajo, Proto siempre alcanzaba a desviar el balón y cuando no llegaba encontró en los palos a sus mejores aliados. Así fue en un cabezazo de Miguel Ángel, que terminó con la pelota rebotada en el larguero después del despeje de Proto, y en un lanzamiento de falta de Joaquín, que se estrelló en la madera con el portero ya batido.

Cambio de rumbo

Todo parecía controlado, pero de forma inexplicable el partido dio un giro completo y el Anderlecht salió arrollador en la segunda parte. El Betis comenzó a lamentarse de las oportunidades desperdiciadas en el primer tiempo y el acaso a la portería de Doblas llegó a ser agobiante. Pero el protagonismo que antes había correspondido a Proto lo tomó Doblas, que desesperó a Wilhelmsson, Jestrovic, Zetterberg, Mpenza y cuanto rival se acercó a sus dominios.

A Rivera y Miguel Ángel parecía faltarles aire y el futuro en el encuentro y en la Liga de Campeones no invitaba al optimismo, pero apareció Oliveira y la sonrisa volvió a los béticos. Primero envió un remate al poste, otro más, pero en la siguiente ocasión no falló y batió a Proto después de un gran pase de Joaquín entre líneas.

No se resignaron los belgas, que buscaron el empate con insistencia y reclamaron un más que posible penalti de Juanito a Wilhelmsson, pero les pudo la ansiedad y terminaron sin saber por dónde desmontar la defensa del Betis, que pudo ampliar su renta con nuevo remate al palo, el quinto, esta vez de Fernando.