El Racing vence a un Celta sin ideas

Dos objetivos querían ser cumplidos en el estadio de Balaidos. El primero, el de los locales, conseguir llevarse los tres puntos y así poder estar una jornada más en lo más alto de la clasificación. El segundo, el de los visitantes, conseguir marcar un tanto que, hasta la fecha se había resistido. El gato, terminó en aguas santanderinas.

Defendía el Celta de Vigo el liderato, en su propio estadio ante una afición que les despidió en la primera jornada de liga con una fuerte ovación y que les recibió, en la tercera jornada del campeonato, con una ovación todavía más grande, después de haber conseguido la machada de vencer en el Bernabéu al Real Madrid de los galácticos.

Pero salió en tromba el Racing de Manolo Preciado al terreno de juego del estadio de Balaidos, y se hizo dueño y señor del balón. Ésto, unido a la temprana lesión de Canobbio, hacían presagiar una complicada tarde para el Celta, que, finalmente, se saldó con victoria de los visitantes. En su lugar, salió Silva, un joven jugador canario que revolucionó el juego de los de Fernando Vázquez, que habían salido dormidos. Junto a Núñez, Iriney y Gustavo López, el Celta comenzó a presionar en el centro del campo y a recuperar balones que se convertían en peligrosas contras. Del dominio inicial santanderino pasamos al resurgir gallego.

Pudo marcar el Celta, en el minuto 29 de partido, en la jugada más clara de la primera parte. Antonio Nuñez, el ex del Liverpool, gana por velocidad a la defensa santanderina y su pase al centro del área de la portería defendida por Aouate, que no llegan a despejar ni Pinillos ni Moratón, no es rematado por Gustavo López. De las botas del propio jugador uruguayo, minutos después, podría haber vuelto a llegar el tanto para los gallegos, pero su magnífico pase fue cabeceado alto por Ángel.

El Racing perdía el aplastante dominio con el que había comenzado el encuentro, pero siguió intentando marcar un tanto y, aunque sus llegadas a la portería defendida por Pinto no era continuas, Antoñito o Casquero pudieron haber aguado el descanso a los de Fernando Vazquez.

Bajó la tensión

Después del descanso, ambos conjuntos saltaron al terreno de juego más relajados, con menos tensión. Preciado colocó a Dalmat, que estaba perdido, en la banda y a Melo en el centro del campo, y el Racing recuperó la tensión, sobre todo, si tenemos en cuenta que, junto al Atlético de Madrid, eran el único equipo que aún no había marcado en esta liga.

Antoñito daba el primer aviso en los primero minutos, pero su pase fue rematado fuera por Oscar Serrano, el mejor de los hombre de Preciado en el partido. De su botas nació el gol del Racing. Centro al área pequeña que recogió Casquero y que puso allá donde Pinto no pudo llegar. Minutos más tarde, el propio Pinto volvió a meter a los gallegos en el partido, que estaban completamente perdidos, tras parar un penalti de Placente sobre Aganzo y que el propio jugador racinguista tiró, y falló.

Al final, victoria aplastante del Racing de Santander sobre el Celta de Vigo, y no por el espectáculo ofrecido por el conjunto sandanterino, sino por el pobre juego de los de Fernando Vázquez.