Bianchi quiere un Atlético ofensivo a la altura de los mejores

El entrenador del Atlético de Madrid, Carlos Bianchi, desveló que el juego que quiere para la próxima temporada es muy ofensivo para poder codearse con los mejores del fútbol español y dejar al equipo en lo más alto de la clasificación.

"La intención es una vocación ofensiva, que los jugadores de banda sean también ofensivos y no pensar en destruir el juego de los rivales. La intención es actitud inclinada hacia el arco contrario", expuso sus ideas para la próxima campaña.

Bianchi cree que la plantilla rojiblanca ha experimentado "un cambio de mentalidad en el trabajo". "Encontramos un grupo propenso a trabajar, sabiendo que por ese camino se puede llegar a conseguir un equipo. La mentalidad es muy importante en el grupo, la actitud. Eso le pasó a la Roma porque si uno piensa en Capello, que disputó 15 competiciones en cinco años, y tan sólo ganó un título y es uno de los mejores entrenadores del mundo", explicó, sobre su experiencia la frente del cuadro 'giallorosso'.

Tienen más potencial

Respecto a la plantilla, el argentino destaca que "han trabajo bien aunque con algunas molestias típicas de la pretemporada han impedido trabajar correctamente a algunos jugadores como Luccin y Fernando, pero los demás pudieron trabajar bien".

"El equipo aún no está demostrando todo el potencial que puede tener, debido a la preparación y se tiene que habituar a lo que quiere uno porque hay jugadores nuevos que se incorporan a un sistema diferente al suyo", señaló sobre la adaptación a su esquema de juego.

Por otro lado, el 'Virrey' no se fija ningún objetivo para reforzar la plantilla. "Creo que por el momento no tenemos nada como prioridad. Queremos ver cómo anda este grupo y después si verdaderamente tenemos que ir a la búsqueda de algo que nos falte", aseguró.

El adiós de Gronkjaer

Sin embargo, entiende la decisión de Jesper Gronkjaer, que ha dejado el equipo para fichar por el Stuttgart. "No es que no contaba. Hay un grupo de jugadores y pensó que no tenía su lugar cuando trajimos a Maxi Rodríguez. Jesper encontró un club que le interesaba, y esto es el fútbol. Es lógica su actitud, pero no fue echado de acá, decidió cambiar de aires y no esperar para ver lo que podía pasar", explicó.

No habla de refuerzos

Por otro lado, el 'Virrey' prefiere no "hablar sobre suposiciones" ni sobre los nombres que suenan como nuevos jugadores para el conjunto rojiblanco.

"No estoy al tanto de nada", aseguró al ser cuestionado sobre la inminente llegada de Luciano Galletti. "Creo que si hablo de Galletti o Saviola no hablaremos del Atlético de Madrid de hoy. Incorporamos tres jugadores que nos aportan un gran poder ofensivo como Maxi, que marcó 15 goles y con Petrov y Kezman, también, luego veremos lo que nos puede hacer falta para completar el grupo, pero lo veremos después de la gira de Inglaterra", señaló.

Por eso, no dudó en alabar a dos futbolistas que están en la órbita del equipo como Somoza de Vélez, "un buen jugador que se proclamó campeón con Vélez, titular todo el año", mientras que destacó la calidad de Guti. "Es un buen futbolista, pero en ningún momento he pensado en él", se sinceró.

Por otro lado, el técnico argentino se mostró halagado por las buenas palabras que ha recibido de sus jugadores, pero recalcó que es muy exigente. "Son gente buena y se dieron cuenta de que no soy un coronel como habían dicho. Que soy simple como todos, pero exigente para el bien de ellos", explicó.

"El entrenador que no era exigente conmigo era porque no le interesaba y eso no me gustaba. Encontrarán que soy exigente, pero es el Atlético de Madrid y hay que estar entre los mejores, no estamos sólo para participar. Hay que inquietar y molestar a los que están ahí arriba", apuntó.

Bianchi aprovechó para destacar la calidad de su capitán. "Torres es joven, con 21 años, yo a su edad quería jugar al fútbol a todas las horas. Es una lástima los contratiempos que ha sufrido. Es un jugador con un potencial físico y técnico importante y puede ser de los mejores números '9' de Europa", alabó.