El Atlético presenta una denuncia contra los 'ultras' que invadieron el campo
El presidente, Enrique Cerezo, se reúne con el equipo tras el incidente de los 'ultras' y los jugadores no celebran la habitual rueda de prensa
El Atlético de Madrid ha presentado una denuncia en la Brigada Provincial de Información, en la unidad especializada en tribus urbanas y violencia en el deporte, contra el grupo de unos 20 seguidores ultras que invadió ayer el campo de entrenamiento del conjunto rojiblanco, según han confirmado fuentes del club.
Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, ha acudido hoy a la Ciudad Deportiva de la localidad madrileña de Majadahonda y se ha reunido con la plantilla tras el incidente de ayer, en el que unos 20 ultras invadieron el campo de entrenamiento e insultaron a jugadores y cuerpo técnico.
No se sabe si como medida de reacción o no, ningún jugador del Atlético ha comparecido hoy en la habitual rueda de prensa en el día previo al derbi, que enfrentará mañana sábado al conjunto rojiblanco con el Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu. A los medios de comunicación, que estaban en una de las puertas de las instalaciones a la espera de las declaraciones de todos los días, les comunicaron fuentes del club que hoy no iba a haber ninguna rueda de prensa, sin más explicaciones.
La "kale borroka del fútbol"
El incidente de ayer sigue provocando reacciones dentro y fuera del mundo del deporte. El consejero de Cultura y Deportes de la Comunidad de Madrid, Santiago Fisas, ha calificado como "muy tristes" los acontecimientos ocurridos ayer. Según el consejero, este tipo de comportamientos "no se corresponden con el espíritu deportivo y de apoyo a unos colores", aunque ha querido dejar claro que "no se debe de generalizar, porque estos individuos no representan a la inmensa mayoría de los aficionados del Atlético de Madrid".
Francisco Antonio González, portavoz de deportes del Partido Popular (PP) en el Congreso, ha definido la acción de los 'ultras' como "kale borroka del fútbol" y tiene claro que hay que "aplicar las mismas leyes que cuando se destruían cabinas telefónicas y se incendiaban papeleras, en definitiva, cuando se destruía la convivencia pacífica".
