El Betis gana al Sevilla un 'derby' sin apenas fútbol

El Betis se ha impuesto al Sevilla por un gol a cero -tanto logrado por Oliveira en el minuto 6- en un derby en el que apenas se ha jugado el fútbol. Las constantes faltas, pérdidas de tiempo e interrupciones de todo tipo han convertido el encuentro en un partido con poca calidad, aunque con la emoción habitual en un duelo sevillano.

En lo extradeportivo no defraudó el derby, por la tendencia natural de los dirigentes de ambas entidades en recelar de la marcha del vecino y la efectiva argucia local de regar en exceso el césped diez minutos antes del comienzo. Tampoco en lo deportivo, por la intensidad habitual de estos choques, incrementada por el golazo de Oliveira -suma ya 19- a las primeras de cambio.

Apenas se habían visto las buenas maneras del joven Jesús Navas -puro descaro, regate e improvisación-, cuando el pichichi bético envió un zurdazo cruzado junto al poste de Notario. Al guardameta sevillista la húmeda hierba le jugó una mala pasada, cambiando y acelerando la trayectoria de la pelota. Y la cosa se puso peligrosa por momentos, por los continuos resbalones de los futbolistas.

No tardó en reaccionar Caparrós, consciente de lo incómodo que se encontraba su equipo los minutos posteriores al gol, teniendo que llevar la iniciativa en el juego para tratar de igualar el marcador. Jordi fue el elegido para abandonar el campo por Renato, un centrocampista más creativo. Mejoró algo el equipo del Nervión, que sin embargo no gozó de grandes ocasiones. Más contundentes estuvieron los de Serra Ferrer que, al margen del gol, dieron mayor sensación de peligro. Arzu y Denilson lo intentaron desde lejos y Oliveira envió un remate franco a las nubes.

Poco fútbol

El partido se acabó con la marcha a los vestuarios. En la reanudación no se vio fútbol. Ni de unos ni de otros. Salvo que por fútbol se entienda un juego plagado de rechaces e imprecisiones y permanentemente parado. Ya fuera por protestas, amonestaciones o faltas. Pérez Lasa acabó siendo la estrella de un encuentro sobreexcitado y acabó regalando casi una docena de tarjetas amarillas, cinco a béticos y seis a sevillistas. Entre ellas, fueron amonestados a Antoñito y Lembo mientras ¿calentaban? en la banda.

El Sevilla achuchó impotente ante un Betis que esperaba sentenciar a la contra. Pero los de Caparrós, que pierde así su primer derby, tiraron por primera vez entre los tres palos defendidos por Doblas a cuatro minutos del final. Makukula lo hizo duro pero centrado. Por su parte, los de Serra Ferrer, quien volvió a demostrar sus buenas dotes como estratega, no supieron resolver en las escasas aunque claras ocasiones que dispuso. Nada más salir al campo Varela cabeceó al palo y Joaquín y un exhausto Oliveira no remataron sendas contras.