El Madrid cede su corona
Nadie sabe qué pasaría si Joan Laporta hubiese fichado a Beckham
Dicen que una democracia saludable es aquella en la que el poder ejecutivo cambia y un mismo partido no está siempre en la cima. Si llevamos este caso al fútbol, está claro que la corona del Real Madrid de los galácticos ha cambiado de dueño. Tras varios años en la sombra, la era Laporta empieza a dar sus frutos con su primer título de Liga casi ganado.
Sin embargo, el proyecto blaugrana ha podido cambiar en los últimos dos años. Nadie sabe qué pasaría si Joan Laporta hubiese fichado a Beckham (era su apuesta electoral) o el Madrid tuviera en sus filas a Ronaldinho en lugar de aplazar la operación un año y ver cómo el Barça se lo llevaba. También se habló de que Puyol podría haber vestido de blanco el pasado verano o de por qué Eto'o no pudo quedarse en la capital por su condición de extracomunitario. En cualquier caso, todo son hipótesis.
En la presidencia también se ha producido un traspaso de poderes. La imagen de Florentino Pérez ya no es lo que era. Antes delegaba toda la faceta futbolística a Valdano, sin inmiscuirse. Por el contrario, ahora se habla mucho en los corrillos futbolísticos de que, pese a la presencia de Butragueño y de Sacchi, es el propio presidente el que toma las principales medidas deportivas. En el otro bando está Joan Laporta que, al margen de sus discusiones con Sandro Rosell, vicepresidente, ha lavado la cara a un Barça que no acababa de salir del estilo de Núñez y Gaspart.
Problemas en el vestuario
Los banquillos también han sufrido su particular cambio de ciclo. Ya se pudo comprobar que el despido de Vicente del Bosque fue desacertado, mientras que en Barcelona ocurrió todo lo contrario. Ahora el entrenador de moda es Frank Rijkaard. Los resultados no acompañaron al principio pero, a base de trabajo, el equipo remontó en la pasada campaña hasta el segundo puesto (adelantando al Madrid y obligándole a jugar la previa de la Liga de Campeones).
Ese ascenso ha tenido su culminación esta temporada. Mientras el Real Madrid sólo veía cambios en el banquillo (Queiroz, Camacho, García Remón y Luxemburgo), Rijkaard siguió a la suyo y ha llevado al Barça a su sitio. Aquel lugar que tanto echaba de menos y que quedó en el pasado, en la época de Van Gaal. Si bien es cierto que la llegada de jugadores como Deco y Márquez, la evolución en la portería de Valdés y la consolidación de los blaugranas como un equipo fuerte son algunos otros factores que hacen que el Barça parta como favorito este domingo, en el Bernabéu, ante el Real Madrid.
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