Joven, con personalidad y español
Los porteros también son protagonistas en el clásico
Iker Casillas y Víctor Valdés se juntan de nuevo en un clásico. Los jóvenes porteros de Real Madrid y Barcelona llegan al partido más importante del año con unas credenciales muy claras. El primero, consolidado, pasa por ser el sostén de este Madrid en tiempos de crisis. El segundo, con el madrileño como modelo, se ha convertido en la seguridad que reclamaba bajo los palos este Barcelona eufórico.
Algunas lenguas malvadas aseguran que Víctor Valdés no ocuparía la portería azulgrana si Casillas no estuviera bajo el larguero de la del Real Madrid. La irrupción del joven guardameta de Móstoles en el fútbol nacional e internacional produjo tal sensación que de inmediato se instaló en el eterno rival la obligación de buscar su Casillas.
Así, con la portería azulgrana convertida en un desierto desde la marcha de Zubizarreta, al final ha sido Víctor Valdés (L'Hospitalet, 1982) el que se ha hecho fuerte. Antes que él pasaron por ahí Vitor Baia, Dutruel, Hesp, Reina... Aunque no fue hasta la pasada temporada cuando se hiizo fijo bajo los palos.
Tras idas y venidas y algún que otro conflicto con Van Gaal que lo mandó de nuevo al Barça B, Valdés se confirmó como titular indiscutible con la llegada de Frank Rijkaard al banquillo. Su contribución al subcampeonato de la pasada temporada fue fundamental y su aportación en este año mágico, espectacular. Portero menos goleado del campeonato, sus manos han salvado al Barça en momentos cruciales como el partido en Riazor que los azulgrana terminaron de llevarse por la mínima.
Este domingo, Valdés verá a 105 metros a su ejemplo y quizá, sin proponérselo, a su mejor mentor. Iker Casillas (Madrid, 1981) es, con apenas 23 años, todo un símbolo del Real Madrid y del fútbol nacional. Hasta tal punto que ya ha estrenado capitanía con la selección española.
Otro galáctico
Aparte de records, anécdotas y títulos (posee ya dos Copas de Europa), Casillas es el auténtico sostén de este Real Madrid del cambio de ciclo. Su equipo depende tanto de él como de los goles de Ronaldo o de la magia de Zidane. Sin codazos, a base de trabajo y de algunas costaladas, se ha convertido en un galáctico más, quizá el más importante, y al que espera una renovación millonaria de aquí a dos meses.
Casillas y Valdés, los últimos guardianes de las cuevas madridista y azulgrana. Dos porteros llamados a compartir muchas horas de selección y a mantener en lo más alto el modelo implantado por el primero en el fútbol español. Portero joven, con personalidad y español.
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