Espanyol y Real Sociedad empatan a dos
No pudo ser. Una temporada más la Real salió airosa de su visita al campo espanyolista. De Paula, con ayuda de Soldevilla, anuló los dos goles del correcaminos Tamudo, el gran amigo en el césped de Iván De la Peña. Un merecido empate realista que mantiene a ambos conjuntos vivos en su particular batalla: los unos por Europa y los segundos por mantenerse en la zona templada de la tabla.
Un penalti provocado y ejecutado por Tamudo enderezó el rumbo de un Espanyol bien plantado y con ganas de enterrar la estadística que sitúa a la Real como equipo gafe con letras de oro -nunca perdió- en campo periquito, bien fuera el viejo Sarriá o en actual olímpico Montjüic.
Y es que la magistral asistencia de Lo Pelat y la habilidad del ídolo blanquiazul en la jugada y en la transformación de la pena máxima, salvaron las buenas sensaciones de conjunto de Lotina, que salió decidido a dar el do de pecho y a seguir soñando con la posibilidad de escuchar el himno de la Champions la próxima campaña.
De la mano del nuevamente seleccionado Iván De la Peña, el Espanyol se impuso en el manejo del balón y del juego, ejerciendo su papel de equipo local. Apenas comenzado el encuentro, Jarque a pase de Amavisca, acarició el primer gol en un remate en el segundo palo. Y poco después el propio Amavisca disparaba desviado en carrera. Sin embargo, el dominio periquito no se reflejaba en el marcador. Y tras el aislado aviso de Gabi Uranga, que falló en boca de gol al no esperarse el fallo del defensa en el despeje, llegó el gol realista, fruto de una conexión ya veterana: falta botada por Karpin y cabezazo junto a la base del poste de Kovacevic. El sexto del balcánico al Espanyol a domicilio y el número cien como realista. Poco después Prieto perdonaba el segundo gol visitante con un tímido y centrado remate desde dentro del área.
Pero el "dúo sacapuntos", bautizado por Tomás Guasch, neutralizó la ventaja y volvió a ejercer de tandem salvador.
Pese a la caraja inicial con la que volvieron de los vestuarios los de Lotina, las primeras ocasiones de gol volvieron a ser blanquiazules. La Real tenía más balón, pero el Espanyol remataba con cierta asiduidad. Primero Soldevilla, luego Amavisca con paradón de Riesgo incluido, hasta que llegó la enésima asistencia de De la Peña junto al enésimo desmarque del veloz Tamudo. Y con ello el segundo penalti realista. Esta vez de Zubiaurre, que vio la amarilla. El ariete de Santa Coloma de Gramanet volvió a engañar a Riesgo.
Lotina comenzó a dar descanso a los suyos -Fredson por Amavisca y Óscar Serrano por De la Peña- y la diosa fortuna le jugó una mala pasada. Nada más cambiar a Lo Pelat, el Espanyol recibía el empate, fruto del empuje realista y obra de De Paula -sustituto de Prieto- con ayuda de Soldevilla. Y es que su fuerte disparo se envenenó tras tocar en el central espanyolista. Para ese entonces el gato Kameni ya estaba en el aire y no tenía opción de reacción alguna.
Ambos conjuntos intentaron conseguir, aunque sin éxito, los tres puntos en juego durante los últimos compases del duelo. El Espanyol achuchó más, pero ya sin la clarividencia de Iván De la Peña.
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