_
_
_
_
_

Kaspárov abandona definitivamente el ajedrez de competición

El ajedrecista ruso se proclamó anoche triunfador del XXII Torneo Internacional de Linares

El ajedrecista ruso Gari Kaspárov, número uno del mundo, ha anunciado esta noche en una rueda de prensa celebrada en Linares (Jaén) que abandona definitivamente el ajedrez de competición. El ogro de Bakú, que se proclamó ayer miércoles triunfador del XXII Torneo de Linares, ha subrayado que éste será el último de su larga carrera.

Más información
Kaspárov machaca
Kaspárov, campeón de Rusia
La fiereza de Kaspárov
Kaspárov en Linares
El vaivén de Kaspárov
Así tortura Kaspárov
Seis horas con Kaspárov

Kaspárov, con sonrisa triste y rostro preocupado, ha explicado que la enorme presión que ha sufrido en estos últimos años le han llevado a tomar esta decisión. "Jugaré al ajedrez, porque me gusta mucho, pero no en plan profesional. Podré participar en simultáneas o en partidas rápidas pero nada más", ha señalado, compungido. El ruso, que cumplirá 42 años el próximo 13 de abril, ha añadido que los problemas de los últimos años en el ajedrez se han ido agravando y se ha quejado de que en Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) nadie le haya apoyado.

Kaspárov, que lleva 20 años como uno del mundo, ha criticado la forma en que le ha tratado la FIDE, que no le parece "serio", al tiempo que se ha mostrado "muy decepcionado" por el proceso para la reunificación del título. "No quiero ser pretencioso, ni dar lecciones a nadie. Quiero vivir mi vida", ha confesado con mucha emoción en la voz. "Es difícil tomar una determinación así porque he llegado a lo más alto por mi pasión y mi amor por el ajedrez", ha declarado.

Pide unión "contra el dictador" ruso

El ruso, cada vez más emocionado, ha avanzado que continuará escribiendo para completar los seis tomos de Mis geniales predecesores y que publicará un nuevo libro que se llamará Cómo la vida imita al ajedrez para demostrar al mundo como se deben tomar decisiones en momentos determinados. Sobre su futuro, ha subrayado que va a dedicar más tiempo a la política en Rusia y que tiene otros proyectos que le gustaría llevar a cabo. "Todas las personas decentes deberían unirse contra el dictador", ha manifestado en referencia al presidente ruso, Vladímir Putin.

Sobre el Torneo de Linares, ha afirmado que le debe mucho a esta ciudad y que por eso quería despedirse aquí. "Es el mejor torneo del mundo, es un torneo maravilloso. Llevo viniendo 15 años y cuando paseaba estas noches con mi entrenador me venía la nostalgia. En los

primeros años tenía el pelo muy negro", ha señalado, entre risas. "Linares es parte de mi vida y nada se compara a este torneo", ha sentenciado. El llamado ogro de Bakú, que hoy parecía un osito triste, ha advertido de que el ajedrez atraviesa una crisis muy profunda, que hay que tomar decisiones arriesgadas y que quizá su abandono ayude a otros jugadores a tomar en serio este problema.

"Creo en que la única forma en que puedo ayudar es abandonando". Ha confesado además cierta impotencia, ya que a pesar de haber sido el número uno ha fallado en su intento de recomponer el mundo del ajedrez. Sobre sus posibles sucesores, sólo ha citado al ucraniano Sergei Kariakin, pero ha admitido que hay "muchos jóvenes" que vienen pisando fuerte. Kaspárov, muy emocionado, ha abandonado la sala acompañado de su madre, Clra, que iba llorando con desconsuelo. Ayer, miércoles, el búlgaro Veselin Topalov, tercero del mundo, se convirtió en el vencedor moral del Torneo de Linares al derrotar a Kaspárov, que ya se había proclamado triunfador la noche anterior. Kaspárov tendrá que repartir el dinero de los dos primeros premios, 100.000 y 75.000 euros, con Topalov.

El búlgaro Vesselin Topalov y el ruso Gary Kaspárov, en la última ronda del XXII Torneo de Linares.
El búlgaro Vesselin Topalov y el ruso Gary Kaspárov, en la última ronda del XXII Torneo de Linares.EFE

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_