Empate de clase media

Tiempos mejores ha vivido el Depor, y sin embargo demasiado bien le ha dio esta tarde en El Sadar, donde ha empatado ante un Osasuna de juego brillante y estrategia refinada. Al equipo gallego le ha bastado aún así un portero acertado para llevarse un punto, que le deja a él (con 27) y a su rival (con dos más) en una zona descafeinada.

El protagonista del partido ha sido sin duda Munúa, el guardameta uruguayo del Depor, que ha salido indemne del primer tiempo pese a que ocasiones para batirle no han faltado. El Osasuna ha embotellado al equipo gallego en su campo desde el primer minuto, y Morales de cabeza —una y otra vez—, Pablo Amo y Webó le han fusilado sin éxito. Munúa ha aguantado él solo al Depor, que sólo se animó con un tiro de Luque, muy lejano, de falta.

Después de un final del primer tiempo en el que los gallegos se hicieron con el control del partido, Osasuna volvió a salir con ganas del vestuario. Los navarros quisieron materializar su superioridad en el primer periodo y su empuje era su mejor argumento. En el minuto 20 Pablo Amo en propia meta concluyó sin querer una jugada de Webó por la izquierda. Justo premio para el equipo de Aguirre que había puesto más hasta entonces. Tras el gol, los navarros buscaron el segundo en vez de defender la renta. Irureta sacó a Munitis, así que el tablero mostraba a dos equipos que, a priori, buscaban el ataque. Con lo que el partido entró en sus minutos más interesantes.

El toma y daca duró hasta que el Depor, en una jugada embarullada dentro del área de Osasuna, consiguió el gol del empate. Sergio pasaba por allí... y se encontró con un balón muerto que mandó en la red. Rabia para los rojillos que veían como se les marchaba una victoria encarrilada y por el sufrimiento que, otra vez, sobrevolaba El Sadar en los últimos minutos de un encuentro. No obstante, Iván Rosado pudo marcar el gol de la victoria ya en tiempo de descuento. Pero el empate ya estaba escrito.