Ronaldo acaba con un buen Atlético

Con muy poquito, exactamente tres disparos, el Real Madrid se ha llevado el derby madrileño ante un Atlético que ha dominado de principio a fin, que ha generado un torrente de ocasiones, algunas clamorosas y que ha merecido, en fin, mucha mejor suerte. Tres jugadas aisladas, resueltas por Ronaldo y Solari, han servido a los de Luxemburgo para firmar una goleada que certifica que el poderío ofensivo blanco sirve para tapar el resto de carencias.

De nada ha servido que Torres se haya hinchado los pies de tirar a puerta, haciendo de Casillas el mejor de los blancos una vez más. De nada ha servido la superioridad atlética en el centro del campo, donde Sosa y Luccin siempre han sido mejores que Solari y Zidane, aunque adolezcan del brillo de aquellos. De nada ha servido el buen debut de Gronkjaer, los pases de Ibagaza o los remates de Salva. Llega Ronaldo y te mata.

Así ha sucedido al cuarto de hora de partido, tras el tanteo inicial, en el que apenas ha ocurrido nada, salvo que el Atlético ha salido con más fe. Un par de achuchones par intimidar, pero sin pólvora. Así, tras la declaración de intenciones, Roberto Carlos ha enganchado un balón en la izquierda, ha centrado, tampoco excesivamente bien, Zidane ha pifiado el remate y ha dejado a Ronaldo solo para empujarlo. Una y dentro.

El Atlético ha reaccionado con casta, a la que ha ido incorporando criterio, acogotando al Madrid hacia su área. Hasta ocho veces ha llegado a rematar de forma clara en el último tercio del primer tiempo, con Salva fallando lo impensable y Torres lo infallable. Ha empezado entonces el recital de Casillas, que ha salvado varios balones cantados. El Atlético no se lo podía creer: ha bombardeado al Madrid sin piedad, pero sin premio.

Al inicio de la segunda parte, más de lo mismo. Casillas ha sacado un disparo de Gronkjaer nada más empezar, Torres se ha ofuscado, como viene siendo habitual, en varias jugadas, marcando distancia con Ronaldo, que no se complica y las mete todas. Comenzaba a verse que nada iba a entrar en la portería del Madrid, mientras el Atlético iba poco a poco perdiendo fuelle. Así ha llegado la sentencia. Primero, en un barullo, Raúl ha acertado a empujar el balón y dejar solo a Solari, que no ha perdonado a su ex equipo. Luego, en un pase de Zidane, Ronaldo ha puesto el tercero, un premio que el nuevo Madrid de Luxemburgo no merecía ni de lejos. Pero es lo que hay: el Madrid tiene mucha chispa arriba y el Atlético, por mucho que Torres se esfuerce, poca.